Jacopo del Sellaio
El rey de Anatolia tenía tres hijas, todas eran hermosas, pero la más bonita de las tres era Psique. Las hermanas de Psique se casaron pero ella no recibía ninguna propuesta de matrimonio, asi que los padres preocupados, consultaron al oráculo de Apolo, pero lejos de encontrar consuelo predijo que Psique se casaría en la cima de una montaña con un monstruo venido de otro mundo.
Psique abriendo la caja de oro (1903),
de John William Waterhouse.
Era tan perfecta que se ganó los celos de Venus, la diosa del amor y de la belleza. Venus era muy rencorosa y le pidió a su hijo Cupido que le lanzara una flecha que la obligaría a enamorarse de un monstruo horroroso. Cuando Cupido la vio se enamoró de ella y dejó caer su flecha al mar. Psique se durmió y Cupido la tomó en sus brazos y aprovechando el viento del oeste la llevó volando a su palacio.
W. A. Bouguerau, “El rapto de Psique”
Para evitar la ira de su madre, Cupido le anunció que siempre se presentaría de noche, en la oscuridad, y le prohibió toda indagación sobre su identidad. Al llegar la noche, su marido la visitaba y tanto el como sus criados invisibles atendían todos su deseos, pero Psique echaba de menos su hogar, así que persuadió a Cupido que permitiera la visita de sus hermanas.
Psique contempla a Cupido sosteniendo una lámpara de aceite. Escultura de Reinhold Begas (1831-1911)
Cuando éstas vieron como vivía sintieron mucha envidia y le dijeron que el monstruo de su marido la estaba engordando para comerla y que su única oportunidad era matarlo. Psique cogió una lámpara y un cuchillo pero cuando vio a su hermoso marido, Cupido, en la cama, se quedó tan sorprendida que le cayó cera caliente sobre su hombro y lo despertó
Johann Heinrich Füssli - Cupido y Psique
Cupido huyó abandonando a Psique y el magnífico palacio y salió envuelto en una nube de humo.
Antonio Canova
Cuando Psique se dio cuenta de lo que había hecho, se volvió loca y rogó a Venus que le devolviera el amor de Cupido, pero la diosa, rencorosa, le ordenó realizar cuatro tareas, casi imposibles para un mortal, antes de recuperar a su amante divino.
Psique vagó por prados y montañas, desesperada, pasando las pruebas. En la primera tarea las hormigas la ayudaron a separar los distintos tipos de semillas, trabajo que debería realizar antes del anochecer. La segunda tarea la superó con la ayuda de un junco de las aguas sagradas que le dijo como obtener la lana dorada de las peligrosas ovejas. Para la tercera tarea Venus le ordenó llenar un cáliz con agua del río Styx, un riachuelo custodiado por dragones. Lo logró con la ayuda del águila de Zeus. Para la cuarta tarea le ordenó bajar al Hades para pedirle a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de la belleza de Proserpina, deidad de vida, muerte y resurrección. Para lograrlo, Psique llevó dos pasteles y dos monedas. Las monedas para pagar a Caronte y los pasteles para distraer a Cerbero.
François-Édouard Picot,
Psique sabía que era una tarea imposible así que decidió suicidarse tirandose desde lo alto de una torre, pero cuando iba a hacerlo escuchó una voz que le prometió guiarla pero le puso como condición que no debería abrir el cofre de la belleza. Cuando ya regresaba la curiosidad la venció y abrió el cofre. Al abrir la caja cayó al suelo fulminada.
Giuseppe Maria Crespi
Cupido, que no había dejado de buscar a su esposa, la despertó con un flechazo que la hizo volver de su sueño mortal, volvió a encerrar la belleza en el cofre y pidió a Zeus permiso para que Psique se reuniera con él. Zeus le concedió a Psique la inmortalidad y Venus acudió a la boda en el Olimpo olvidando su rencor
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