viernes, 29 de junio de 2018

YA PODEMOS VER EL PORTICO DE LA GLORIA DE NUEVO

 El Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, considerada la obra cumbre del Maestro Mateo, ha recuperado su esplendor después de 50.000 horas de trabajos por parte de los equipos de restauración. La minuciosa labor llevada a cabo en el que se considera uno de los más destacados exponentes del Románico europeo llega a su fin, tras una inversión millonaria y cerca de diez años oculta por los andamios que han facilitado la minuciosa labor llevada a cabo por expertos nacionales e internacionales para completar su recuperación.

martes, 26 de junio de 2018

LA MUERTE DE UN AMIGO



Eran las tres de la madrugada en Moscú cuando sonó el teléfono. Mi hija Morgana llamaba para decirme que Lila y Fernando de Szyszlo habían muerto, desbarrancados por una escalera de su casa. Ya no pude dormir. Pasé el resto de la noche paralizado por un atontamiento estúpido y un sentimiento de horror.
Oí tantas veces decir a Szyszlo (Godi para los amigos) que no quería sobrevivir a Lila, que si ella se moría primero él se mataría, que, pensé, tal vez había ocurrido así. Pero, minutos después, cuando pude hablar con Vicente, el hijo de Szyszlo, quien estaba allí trémulo, junto a los cadáveres, me confirmó que había sido un accidente. Después alguien me informó que habían muerto tomados de la mano y, según los médicos, la muerte había sido instantánea, por una idéntica fractura de cráneo.

 Lo que me queda de vida ya no será lo mismo sin Godi, el mejor de los amigos. Fue un gran artista, uno de los últimos, entre los pintores, al que se podía aplicar ese adjetivo con justicia, y una espléndida persona. Culto, entrañable, divertido, leal. Enriquecía la noche con sus anécdotas y sus chistes cuando estaba de buen humor y sus juicios eran agudos y certeros cuando recordaba a las personas que había conocido y que admiraba, como Tamayo, Breton u Octavio Paz. Había en él una decencia indestructible cuando hablaba de política o del Perú, una falta total de oportunismo o cautela, una integridad que, sin buscarlo y a su pesar, en sus últimos años lo fue convirtiendo en su país en una autoridad moral cuya opinión era solicitada sobre todos los temas. Cuando estaba de mal humor se encerraba en un mutismo de sílabas, una inmovilidad de estatua y se le respingaba la nariz.

 Su pasión era el arte, claro está, pero la literatura le apasionaba también y había leído mucho, y leía y releía siempre a sus autores favoritos, y era una delicia para la inteligencia oírlo hablar de Proust, de Borges y oírlo recitar de memoria los sonetos más barrocos de Quevedo o el poema de amor que Doris Gibson inspiró a Emilio Adolfo Westphalen.
Cuando lo conocí, en julio o agosto de 1958, estaba casado con Blanca Varela. Vivían en un pequeño altillo de Santa Beatriz que era a la vez hogar y estudio. Desde el primer instante supe que seríamos íntimos amigos. La amistad es tan misteriosa e intensa como el amor, y la amistad de Blanca y Godi fue una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, a la que debo experiencias estimulantes, cálidas, ésas que nos desagravian de los malos momentos y nos revelan que, hechas las sumas y las restas, la vida, después de todo, vale la pena de ser vivida.

Blanca y Godi se casaron muy jóvenes y fueron excelentes compañeros; ambos se ayudaron a ser, él, un magnífico pintor y, ella, una poeta delicada y sensible. Pero el gran amor-pasión de Szyszlo fue Lila, una mujer maravillosa que lo entendió mejor que nadie y le dio esa cosa elusiva y tan difícil que es la felicidad. Recuerdo ahora la alegría que chisporroteaba en cada línea de esa carta que me escribió cuando por fin pudieron casarse. Pensándolo bien, que hayan compartido ese final tan rápido y aparatoso, ha sido tal vez la mejor manera que tenían de morir. El problema ya no es de ellos, es de quienes nos quedamos todavía aquí, “intratables cuando los recordamos”, como dice el poema de César Moro, otro de los que Godi tenía siempre intacto en la memoria.
 Creo que Godi estuvo siempre cerca, ayudándome con su amistad generosa, en casi todas las cosas importantes que me han ocurrido. Nunca pude agradecerle bastante que, en los tres años en que las circunstancias me empujaron a actuar en política, él se dedicara también en cuerpo y alma a ese quehacer tan poco afín a su carácter, y, con otros dos amigos –Cartucho Miró Quesada y Pipo Thorndike- en la más delicada e incómoda de las responsabilidades: controlando la limpieza de las entradas y gastos de la campaña. Por supuesto que fue la primera persona en la que pensé cuando fui a recibir el Premio Nobel de Literatura y allí estuvo, pese a lo interminable del viaje y a los trastornos que a su salud infligían las largas travesías en avión. Muchas veces me había prometido que, si alguna vez incorporaban mis libros a La Pléiade, iría a acompañarme y, en efecto, allí apareció de pronto, en París, con Vicente, y su intervención, en el Instituto Cervantes, fue la más personal y celebrada de todas.
Muchas veces lo vi enfrentar, con estoicismo, las decepciones, tan frecuentes en la vida peruana. Pero hay una que lo desmoronó y no pudo superar nunca: la muerte de su hijo Lorenzo, en un accidente de aviación. Una herida que sangraba sin cesar, incluso en aquellos periodos en los que trabajaba mejor y parecía estar más animado. Nunca olvidaré la extraordinaria elegancia con que encajó esa carta pública, tan mezquina, de sus colegas peruanos, protestando porque se quisiera poner su nombre a un museo de arte moderno en Lima.

Esta mañana, mientras visitaba la galería Tretiakov, sin dejar un solo minuto de pensar en él, imaginaba cuánto mejor hubiera sido hacer este recorrido con él por la Rusia artística de los años diez y veinte del siglo pasado, la de Kandinsky, Chagall, Malevich, Tatlin, la Goncharova y tantos otros. Y recordaba lo mucho que aprendí a su lado, visitando exposiciones u oyéndole hablar de su propia pintura, algo que hacía rara vez y siempre para lamentarse de que cada cuadro que salía de su taller fuera, no importa cuán arduo lo trabajara, “una derrota irremediable”
.
Estaba más que apenado con la gran confusión que caracteriza al arte en nuestros días, como confiesa en la autobiografía, que se publicó en enero de este año (Alfaguara), con los embauques que se perpetran y que son consolidados por críticos y galeristas sin escrúpulos y coleccionistas codiciosos e insensibles. Él no embaucó nunca a nadie y sudó la gota fría para salir adelante, desde que abandonó sus estudios de arquitectura y comenzó a pintar, todavía muy joven, lienzos ligeramente influidos por el cubismo. Desde que descubrió el arte no figurativo se entregó a él, con disciplina, perseverancia y tenacidad, redescubriendo poco a poco, con el paso de los años, la realidad a través de su país. El arte de los antiguos peruanos se convertiría en una obsesión de su edad adulta e iría insinuándose en sus pinturas, confundiéndose con las formas y los colores más osados de la vanguardia. Hasta constituir ese mundo propio del que dan cuenta los misteriosos aposentos solitarios y geométricos, que tienen algo de templo y algo de sala de torturas, los extraños embelecos y tótems que los habitan y que con sus semillas, nudos, incisiones, rajas y medialunas, sugieren un mundo bárbaro, anterior a la razón, hecho sólo de instinto, magia y miedo. Pese a ser tan lúcido, probablemente ni él hubiera podido explicar todo aquello que su pintura convoca y mezcla, y que la clarividencia de su intuición y su buen oficio artesanal integraban en esos bellos cuadros inquietantes, incómodos y turbadores. Ahora que él ya no está más, nos queda su pintura. Tengo la seguridad de que durará más que su generación y que la mía y que muchas otras más.
El mundo a mi alrededor se va despoblando y quedando cada día más vacío
 Mario Vargas Llosa, 2017-publicado en EL PAIS

sábado, 23 de junio de 2018

QUE NADIE DUERMA


Que nadie duerma! Mi misterio está oculto y mi beso romperá el silencio...


 Hace días que acabé el libro de Juanjo Millás- QUE NADIE DUERMA y, confieso, que he necesitado una semana para asimilarlo

Dios, este hombre está como una cabra! me decía a cada página ¿O es Lucía?
Al sonido de Turandot he recorrido con Lucía las calles de Pekín, que en realidad son las de Madrid.




Mi agaporni se ha convertido en Calaff...Algo va a suceder...

LA MAMA DE CRIS



Hace mucho calor y aunque para los mayores parece que nunca es suficiente, Cris ve alterados a los miembros de la residencia.

Una asociación se ofreció a llevar perros y gatos para que los ancianos se divirtieran. Todos colaboraron para que la sala quedase en condiciones de fiesta. Los cuidadores llevaron a sus niños  y todos felices aplaudieron la llegada de los bichos. Cuando más entretenidos estaban con las gracias de los animales se levantó Concha y batiendo palmas gritó: "Niños, se acabó el recreo, cada uno a su clase". A Concha le salíó la vena de sus años de maestra y tuvieron que rogarle que dejara acabar la actuación.

Al  acabar la fiesta los familiares de los residentes se quedaron charlando. La madre de Cris se dirigió a un hombre que no había visto por allí antes. Cris escuchaba la conversación divertida- Ah que es usted legionario, vaya igual que mi marido. Cris intervino- Pero papá ¿no hizo la mili en Zaragoza?- Eso fue antes, le contestó cortante la madre. El hombre intrigado preguntó ¿Estuvo en el destacamento de Sidi Ifni o en Aaiún?
 Aaiún, ahí estuvo y desfilaba con la cabra. Daba gusto verlo, tan buen porte, alto y guapo. Cris creía soñar... su padre ahora ascendido a paseante de la cabra, ya era hora de volver a casa. En el autobús la gente veía de reojo su sonrisa pero a ella no le importaba nada, acababa de descubrir que su padre había sido un héroe alto y guapo

viernes, 22 de junio de 2018

UN SALUDO DESDE EL CIELO

Hola, ya no estoy con vosotros, os escribo desde el cielo de los perros. Abandoné la tierra con 19 años y lejos de mi ciudad. Me habían llevado a la casa de la primera madre del Imbécil en La Cañiza y allí permanece mi cuerpo enterrado ahora.
Este cielo es un sitio muy raro, está lleno de titis pero que no se dejan tocar. Vivimos como flotando...si a esto le llaman paraíso creo que voy a pedir pase para el infierno. Recuerdo mis escapadas por los montes. Mis carreras huyendo del perro jefe de las isla de Ons... hasta del olor a sardinas. Como me gustaban las sardinas. Iba con mi amita a las hogueras de san Xoán y me daban las cabezas. Comía hasta que la barriga estaba a punto de explotarme.
 Si, estoy con Mr Bones. Este es un tío que todavía no ha superado la depresión  por la pérdida de su amo William G. Christmas. Mira que estaba loco el tío pero es igual los perrunos somos fieles hasta a seres despreciables.

Si, tambien está Cross por aqui. Este americano no se parece nada a Mr Bones. Ni de muerto se olvida de secarse con servilleta ni de su ducha diaria. Tiene su círculo cultural, la ventaja de ser políglota y sabio





domingo, 17 de junio de 2018

-FRÓMISTA. IGLESIA DE SAN MARTÍN-



Situada en pleno Camino Jacobeo, Frómista es referente obligado en el románico palentino y español merced a su iglesia de San Martín. Es la iglesia del monasterio benedictino que fundara doña Mayor, condesa de Castilla y viuda de Sancho III el Mayor rey de Navarra. Existen documentos de 1066, "mandas testamentarias", en las que la citada doña Mayor lega fondos para su edificación. A pesar de disgustar al desaparecido profesor y amigo García Guinea, he de referir que la actual tendencia de los investigadores medievales apunta hacia el año 1100 como fecha probable de edificación del templo, que toma al modelo jaqués como referente.
El estilo de Frómista representa la plenitud del modelo Jaqués, edificada con un claro programa y sin interrupciones, lo que se aprecia en la coherencia de sus volúmenes. Junto con Santiago de CompostelaSan Isidoro de León y Jacarepresenta la cumbre del arte románico español del S XI.

A caballo entre el XIX y el XX (1894-1904) fue desmontada y reconstruida por Manuel Aníbal Álvarez y Amoroso, eliminando estructuras añadidas, reconstruyendo partes desaparecidas e inventándose alguna zona, como la portada apuntada del muro sur del transepto, allí donde hubo sacristía adosada, casi todo el hastial de poniente, y 86 de los 320 canecillos; entre otras cosas. Se dice que "parece recién hecha" de lo excesiva que fue esa intervención; pero ello no le resta en absoluto ni un ápice de su mérito ni belleza integral que nos muestra a las claras cómo debió de ser el edificio en origen.

Los monarcas encabezados por el ya desaparecido Sancho III el Mayor: Sancho IV en Navarra, Ramiro I y Sancho Ramírez en Aragón y Navarra, Fernando I y Alfonso VI en León y Castilla son los que en acertada expresión de García Guinea edificaron por si mismos o por sus familiares el "Románico Dinástico", el más importante y bello románico del S XI español: LeyreJacaLoarreSan Isidoro de LeónSantiago de Compostela, Frómista, San Zoilo de Carrión y Nogal de las Huertas son los templos que fruto de ese empeño han llegado hasta nosotros.



San Martín es una preciosidad de templo. Libre de cualquier impedimento que dificulte su contemplación podemos circunvalarlo y hacernos una perfecta idea de su estructura. A ello contribuye el hecho de que aun siendo un templo de planta basilical, y erigido "a lo grande" goza de unas dimensiones apropiadas para poderlo contemplar en su totalidad. Posee planta rectangular de tres naves rematadas al este por medio de sus respectivos ábsides. Más alta la central y su cabecera correspondiente. Tras la cabecera, el crucero, que no destaca en planta al igual que ocurre en su modelo: la catedral de Jaca. Sobre el mismo hay una edificación octogonal que contiene linterna y bóveda. Posee cuatro tramos en sus naves, separados por otros tantos pares de pilares cruciformes con semicolumnas adosadas.
Cada uno de sus muros laterales posee una portada inscrita en cuerpo ligeramente resaltado, a la altura del segundo tramo en el lado sur y en el tercero en el norte. La portada oeste, neorrománica procedente de la restauración, se pone en duda que existiera. Tres ventanales de medio punto, uno por tramo -salvado en cada caso el de la puerta- iluminan el templo a través de sus muros laterales. La estructura es igual en todos ellos: Doble arquivolta, de bisel la exterior y de baquetón la interna, que apea en capiteles de diversos motivos y columnillas. Por fuera, guardapolvo de ajedrezado jaqués que continua con moldura del mismo tema a la altura de los ábacos recorriendo el muro. Otra moldura ajedrezada paralela a la anterior, corre por los muros a nivel del alféizar de los ventanales.
Dos torres cilíndricas enmarcan el hastial de poniente aportándole una especial gracia y equilibrio de formas y volúmenes

 Los cilindros absidales se dividen en lienzos: tres en el central y dos en los laterales, mediante semicolumnas adosadas, que rebasada la moldura ajedrezada del nivel inferior de los ventanales (más altos en el central) se continúan con columnas adosadas con su basa y capitel que colabora a sustentar el alero. Todo ello siguiendo el modelo jaqués, que podemos ver en su magnífico ábside sur.

 LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

EL ROMANICO PALENTINO

 


Iglesia de San Esteban, en Lomilla, una pedanía de Aguilar de Campoo-

Sus orígenes se remontan al siglo XII

 El ábside presenta dos contrafuertes de sección rectangular que dividen el tambor absidal en tres calles, abriéndose en la central un vano de medio punto, abocinado en el interior y exterior, sin ninguna ornamentación escultórica. Posteriormente se abrió en el lado de la epístola una ventana de forma rectangular también abocinada y sin decoración.

 Canecillos del ábside que representan un hombre sentado y una figura tal vez humana
 Resultado de imagen de Iglesia de San Esteban, en Lomilla
 La portada románica se compone de cinco arquivoltas de medio punto que apean en dos capiteles y dos jambas a cada lado. Los capiteles, casi totalmente lisos, portan una pina en su esquina y descansan sobre fustes que poseen muy toscas basas. La decoración escultórica de la iglesia de San Esteban se reduce básicamente al cimacio-friso de la portada, por encima de los capiteles, que muestra hojas cuatripétalas con punto central inscritas dentro de círculos tangentes
 El interior lleva en la cabecera ábside y presbiterio. El primero tiene una sola ventana central sin columnas ni capiteles, con simples abocinados a cada lado. Las bóvedas y arcos son de cañón apuntado, y sólo el toral apoya sobre capiteles totalmente lisos. La bóveda de la nave se refuerza con perpiaños también apuntados (cuatro) que descansan sobre ménsulas de pirámides escalonadas sin ninguna decoración.

viernes, 15 de junio de 2018

"Las naciones prosperan o decaen simultáneamente con su prensa”



Un ministro que  en su anterior cargo cerró los ojos ante el robo del agua de Doñana, un hombre que se suicida  tirándose por el balcón ante su inminente desahucio... pero tranquilos ya no lo veremos en la televisión por la mañana.  Han cerrado las mañanas de la 4- "guerra entre información y propaganda"- ha dicho su presentador.
Antón Losada: "cierran por ser independientes y tener audiencia"

jueves, 14 de junio de 2018

Ruth Matilda Anderson



1893, condado de Phelps, Nebraska - 1983, Nueva York, Nueva York
Ruth Matilda Anderson fue una fotógrafa estadounidense que viajó en la década de 1920 para documentar la cultura española para la
Hispanic Society of America. Durante esta década, realizó cinco viajes de trabajo a España desde los años 20 -30

En total, Ruth tomó 10,000 imágenes de personas, lugares y escenas como personas trabajando y haciendo tareas domésticas, niños jugando y costumbres. La Colección Ruth Anderson se convirtió en parte de los archivos de The Hispanic Society.

El padre de Ruth, Alfred T. Anderson, la acompañó en su primer viaje a España. Viajaron en un Ford alquilado con un conductor francés, y también viajaron en caballos, barcos y 'a pie'. En el camino, improvisaron cámaras oscuras para revelar fotos. Su padre llevó un diario, que proporcionó valiosas notas para la documentación posterior de la foto. Ruth también tomó clases de español.
Además de recibir el respeto de sus colegas en la ciudad de Nueva York, Ruth también tuvo reconocimiento en su ciudad natal de Kearney, Nebraska. 

El interés de Ruth por las cámaras comenzó en su niñez cuando aprendió las habilidades fotográficas de su padre, cuyo negocio  era el retrato comercial y la fotografía de paisaje. Su educación formal incluyó un año en la Universidad de Nebraska en Lincoln, seguido de la Escuela Normal del Estado de Nebraska en Kearney (ahora Universidad de Nebraska en Kearney) donde se graduó en 1915.  Regresó a Lincoln para estudiar un semestre de nuevo en la Universidad de Nebraska, y luego se mudó a Nueva York, donde en 1919 se graduó de la Escuela de Fotografía Clarence H. White. Esta escuela fue la primera institución en América dedicada a enseñar fotografía como una forma de arte. 

Después de graduarse, fue contratada en 1921 para trabajar en el Museo y Biblioteca de la Hispanic Society of America para actualizar sus técnicas fotográficas. Su supervisor fue Archer Milton Huntington, un estudioso de los estudios españoles, hijastro del magnate ferroviario Collis P. Huntington, y fundador en 1904 de The Hispanic Society Museum and Library. En 1922, con la recomendación de Huntington, Ruth fue ascendida a curadora de fotografía, lo que la llevó a sus viajes de estudio a España.
En 1930, con la parte  principal del proyecto terminado, Ruth se centró en el estudio de los trajes españoles, realizando varios viajes más a España en busca de información relacionada con imágenes fotográficas. En 1954 fue nombrada curadora de disfraces de la Hispanic Society, cargo que ocupó hasta su jubilación. Durante sus 60 años en The Hispanic Society Museum and Library, fue autora y coautora de varios libros, entre ellos: Disfraces pintados por Sorolla en sus provincias de España ; En las tierras de Extremadura : las fotografías de Ruth Mathilda Anderson de la España occidental para la sociedad hispana ; e imágenes en procesión: testimonios de la fe española .
Ruth Matilda Anderson murió el 20 de mayo de 1983 en la ciudad de Nueva York.

domingo, 10 de junio de 2018

Mario Puccini






;Mario Puccini (1869 - 1920) Livorno.
Su carrera artística es conocida. Se lo define como un ser psicológicamente frágil y socialmente humilde, tanto que en su corta vida hizo de todo, desde camarero hasta vendedor de agujas y algodones. Pero con un  notable talento pictórico que lo coloca cerca de Fattori, su maestro en la Accademia di Firenze, en Ghiglia, De Grada y muchos otros. Trabajó casi exclusivamente en Toscana, en su Livorno, del que ha pintado puertos deportivos muy apreciados, pero también en la Maremma, donde, persiguiendo los paisajes de su maestro Fattori, pasó sus últimos años. En 1912, durante una breve estadía en Francia con su hermano, conoció muy de cerca el Impresionismo y, de alguna manera, su pintura fue influenciada por él. Hace algunos años el Municipio de Seravezza le  dedicó una exposición antológica con el título: Mario Puccini, el Van Gogh italiano. De hecho, hay varios puntos de conexión entre  esos dos talentos artísticos. 
Puccini estuvo en un hospiral psiquiátrico más de cuatro años. Fue admitido en San Niccolò el 4 de febrero de 1894 a la edad de veinticinco años y se fue el 5 de mayo de 1898. La mayor parte de su carrera pictórica tuvo lugar a partir de ese momento y, gracias al apoyo de algunos maestros, ganó un lugar dentro del círculo artístico de Livorno.  Pero, siempre acompañado por la desgracia, cuando comenzó a tener   éxito  enfermó de tuberculosis y murió a los cincuenta y un años.

Parece ser que su hospitalización en el psiquiátrico fue muy tormentosa. Probablemente no lo aceptó e intentó escaparte varias veces. En una de sus escapatorias fue transferido al manicomio de Siena. Existe una carta en la que el pintor se disculpa  por el comportamiento que tuvo durante esa estancia en el hospital.
La relación con su familia tambien fue muy controvertida, aunque siempre contó con  el apoyo económico del padre para su hospitalización y despues lo apoyó para que encontrase un ambiente adecuado para vivir. Finalmente se deshizo de la  influencia paternal  y comenzó su carrera pictórica e incluso comenzó a viajar un poco.

PUCCINI- Nació en Livorno el 28 de junio de 1869. Su padre le dio permiso para inscribirse en  la Academia de Bellas Artes de Florencia.En 1893 debido a un trastorno psicológico fue ingresado en el hospital  de Livorno y al año siguiente en el asilo de San Nicolás en Siena, donde permaneció hasta 1898.

No fue sino hasta 1906 cuando comenzó a exponer regularmente. Al alejarse del control de la familia, se trasladó a Borgo Cappuccini, donde volvió a pintar trabajando en pequeñas pinturas de colores intensos. Se ganó la vida haciendo juegos infantiles y carteles de tiendas. En 1908 comenzó a hacerse un nombre en Leghorn y a vender sus primeras obras, frecuentó el famoso "Caffè Bardi" en Leghorn, un lugar frecuentado por artistas y escritores. Pintó algunos paneles para el café y allí conoció a Benvenuto Benvenuti y al escritor Pierotti Della Sanguigna.
Sus pinturas de bodegones de la primera década del siglo XX muestran el amor por el color y la suavidad visual y a partir de  1911-12, despues de un viaje con  su hermano a Digne, en Francia, lo inspiró a pintar pequeñas obras de color más sobrio.
El 17 de junio de 1920 ingresó en el Hospital Santa María, donde murió al día siguiente de tuberculosis, que se había agravado rápidamente debido al exceso de trabajo y las largas horas al aire libre.