Mi amiga María José era la quinta hija, todas chicas, de un empleado de banca. Su casa humilde pero limpísima. Me llamaba la atención que cada vez que entraba algo nuevo se cuidaba como si hubiera llegado un nuevo bebé. La radio estaba cubierta de tapetes de ganchillo y los botones solo los podía tocar el jefe de familia.
La hermana mayor consiguió un buen empleo y se enamoró de un estudiante de último curso de Derecho. En esa época toda la vida familiar dio un gran vuelco. Mi amiga y yo fuimos nombradas "carabinas oficiales"- No era una tarea fácil porque el novio- Pedro- se le notaba experto en fugas. Ni un arrumaco podíamos permitir. El trabajo más duro lo teníamos en las playas.¡Que listo era el tío para encontrar dunas secretas!
Un día nos propusieron ir a la fiesta de la COCA en Redondela. (Que nadie piense en algo raro, es una fiesta dedicada a un ser mitólogico gallego).
Cogimos un tren por la mañana, unos trenes con asientos de madera y que echaban un humo con carbonilla que entraba por las ventanillas.
El día transcurrió bien. Volvimos en el ultimo tren de la noche. No había asientos libres, la parejita se separó de nosotras. Cuando vino el revisor le indicamos que nuestros billetes los tenía "aquel señor"- Nuestra sangre se heló cuando escuchamos "No las conozco de nada"
"Señoritas, digo el revisor, tendrán que acompañarme al Comisario Jefe en la estación"- Y asi, comenzó nuestra vida de delincuencia, andando por un andén cogidas por los brazos. El comisario nos pidió los DNI- "no tenemos"- contestamos- Ah, además indocumentadas- gritó- Que tenemos 14 años, balbuceé- "Mañana se presentan aqui con el dinero de los billetes" Rugió
Yo no era capaz de asimilar el hecho como algo muy serio, hasta que llegué a casa. Los gritos, seguro que atravesaron todas las calles de Vigo- "Antecedentes penales" "Borrada para cualquier puesto en la administración pública" "Seguro que nunca conseguirá un pasaporte"- Manchada, manchadaaaa, para siempre, siempre.
Joer, si hasta el pecado original se borra con el bautismo ¿No?
Todo esto vino a mi memoria ayer. Volvimos de Vilagarcía de Arousa en tren- sin billetes. Llegamos a la estación y estaban anunciando la salida inmediata del tren, saltamos al interior y nos colocamos en el mejor sitio que encontramos. Es un viaje rápido pero a mi se me hizo eterno... la palabra DELINCUENTE volvió a sonar en mis oídos