Luis Casado Fernández es uno de los grandes de la fotografía en
Galicia. Autor a la vez artístico y popular, fue muy reconocido en su
tiempo. Nacido en Ávila en 1888, desarrolló su carrera a caballo entre
Vigo y Santiago, donde falleció en 1972. Y, entre su amplio legado,
queda una obra única, sus Estampas de Galicia, un original
libro de fotografías que quería retratar el país a través de 405
imágenes que podían comprarse sueltas y pegarse en su álbum como cromos.
La Guerra Civil en 1936 frustró la continuación del proyecto, pero
aquel trabajo es todavía una pequeña joya para todos los que lo poseen.
El fotógrafo, que aprendió el oficio de José
Pacheco, de una dinastía de fotógrafos que llegó de Portugal primero a
Ourense y luego a Vigo. Como nombre artístico, adoptó el de Ksado, que
era como firmaba sus fotos. Trasladado a Santiago de Compostela, allí
fue el responsable de fotografía del diario Galicia en 1915 y abrió
estudio en el número 23 de la rúa do Vilar. Apasionado de la técnica, en
1919 hizo un viaje a París para conseguir nuevos materiales.
En 1922, Ksado abre su Luis Casado Estudio en la
calle del Príncipe, en Vigo, adonde se traslada a vivir. Y aquí lanza su
carrera, colaborando con diarios y revistas e integrándose en la
vanguardia artística y cultural de Galicia.
A lo largo de su vida, sus fotos aparecerán en ABC, La Vanguardia, Faro de Vigo, El Pueblo Gallego, Vida Gallega o La Esfera. También en periódicos americanos como el argentino La Nación. También publicó en la revista Nós, además de ser un activo participante en el Seminario de Estudos Galegos.
En 1927, lanza la primera versión de un álbum de fotografías. Será Estampas Compostelanas, publicado en 1927.
Poco después llega su obra más reconocida: Estampas de Galicia,
que se publica en 1936, en el que Ksado hace una selección de 405
imágenes de vistas, paisajes y monumentos e Galicia. Presentadas en
formato de cromos, el propio fotógrafo reconoce en el prólogo que quiere
ofrecer «con un alarde de riqueza fotográfica, las bellezas urbanas,
panorámicas, costumbristas y monumentales de Galicia».
Se tiraron 10.000 ejemplares, que tenían por objeto
atraer el turismo al país. De hecho el Patronato Nacional de Turismo
adquirió buena parte de sus imágenes. Pero, al mismo tiempo, sirven
también como un testimonio etnográfico y cultural del país, del que
Ksado busca sus señas de identidad a través de las fotos.
Así lo definía la prensa cuando se presentó el
álbum: «Es la obra más perfecta que se ha hecho en relación con el
turismo en nuestra región». Y en la introducción decía el propio Ksado:
«Al ofrecer este gran exponente de los auténticos valores de la región,
al presentar por vez primera, con un alarde de riqueza fotográfica, las
bellezas urbanas, panorámicas, costumbristas y monumentales de Galicia,
ha guiado a sus realizadores el propósito de satisfacer ampliamente el
vivísimo anhelo de millares de entusiastas gallegos, de aquí y de
América, de contar con una obra completísima, presentada con decoro
artístico y material, que condensa cuanto de grandioso, aleccionador y
emotivo constituye la trayectoria de la raza, en sus múltiples aspectos.
Este álbum, pretende ser por mérito propio, por el cariño que ha sido
concebido y editado, uno de los imanes para atraer a millares de
turistas hacia Galicia».
No cabe duda de que sirvió además para emocionar a la
Galicia emigrante. Es fácil imaginar las lágrimas de aquellos gallegos
que, en La Habana o Buenos Aires, recibían cromos de Ksado donde podían
contemplar su tierra, que había quedado atrás para siempre.
Algunos estudiosos afirman que Ksado buscaba una
identidad de país para Galicia, recurriendo a la mitología celta, y es
en este contexto en el que debe valorarse Estampas de Galicia.
Paralelamente, en el plano internacional se dio un creciente interés por
el primitivismo, lo que también influyó en este acercamiento a la
cultura celta. La amistad de Ksado con personalidades de tendencia
galleguista y los grupos procélticos reforzaría esta interpretación.
Lo cierto es que, con la Guerra Civil, tanto el álbum de Estampas de Galicia como
la actividad de Ksado se resintieron enormemente. Cerró su tienda en
Vigo y se trasladó a Compostela, donde se dedicó básicamente al retrato.
Sin embargo, tuvo en vida un gran reconocimiento,
con exposiciones en Buenos Aires, Vigo o Madrid, donde hubo una
antológica en el Palacio de Cristal. Para muchos, fue el primer
fotógrafo gallego considerado un artista por sus propios contemporáneos.
Luis Casado Fernández falleció en Santiago en 1972.
Pero la obra de Ksado permanece viva. Sobre todo en esas cuatrocientas
fotos que nos hacen viajar al pasado en Estampas de Galicia.
Eduardo Rolland LA VOZ DE GALICIA