sábado, 27 de marzo de 2021

Marie Bracquemond




Marie Bracquemond,  la pintora que demostró que todo el arte moderno era misógino

La artista tuvo que defender su obra contra Ingres, que sólo creía que la mujer podía pintar flores, y su marido, el pintor Félix Bracquemond, que la oprimió hasta hacerla abandonar el arte en 1890


A veces el mismo talento que atrae, emociona y excita de repente pasa a repeler y atemorizar. ¿Por qué? ¿Cuál es el cambio? La explicación es sencilla. Toda obra de arte que se puede controlar, y por tanto asumir, se aplaude y reverencia. sino, incontrolable, se teme sin remedio, pues existe el riesgo de que nos arrase y altere todo lo que dábamos por supuesto. Esto es lo que le pasó a una de las mejores pintoras del impresionismo, Marie Bracquemond, al que primero Ingres aplaudió y aceptó como alumna, sólo para minimizarla después.
 Y acto seguido su marido, Felix Bracquemond, que la animó a que pintara y la introdujo en círculos impresionistas, sólo para martirizarla después para que dejara la pintura. Y lo consiguió. Está bien aplaudir a los luchadores, a los que resisten, a los que vencen a todas las adversidades, pero la épica es un género cobarde. Es mucho más loable levantar del suelo a los que no pudieron. ¿Por qué? Simplemente, para que puedan.

LA RAZÓN



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