lunes, 17 de enero de 2022

José del Castillo

 (Madrid, 1737-1793). Pintor español que comenzó sus estudios con el pintor José Romero y consiguió la protección de José de Carvajal y Lancaster, primer ministro de Fernando VI. Éste le costeó en 1751 un viaje a Roma para ­estudiar con Corrado Giaquinto. Siguió trabajando junto a su maestro italiano, cuando ambos se instalaron en Madrid en 1753, y participó con éxito en los certámenes de la recién creada Academia de San Fernando. 
Como becario de la institución madrileña regresó a Roma de 1757 a 1764. De esta época conserva el Prado el curioso Cuaderno de Italia, con apuntes de lo visto y creado entre 1761 y 1762. Antes de volver a España visitó en compañía de Juan de Villanueva las pinturas de Herculano. Completada su formación, solicitó trabajo en la corte y se incorporó a la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Bajo la dirección de Anton Raphael Mengs realizó cartones, copiando primero composiciones de Luca Giordano y Giaquinto. 

En obras posteriores creó invenciones propias con cacerías y asuntos populares, inspirados en la vida cotidiana madrileña, entre ellos muchos de tema infantil. Los cartones, alegres y coloristas, se pueblan de tipos castizos junto a otros de clases más refinadas, que recuerdan estilísticamente los primeros cartones de Francisco de ­Goya. 
Castillo logra -como en la interesante escena de El taller del pintor- composiciones sólidas que demuestran su dominio del dibujo y su sentido del espacio. Además de sus proyectos en la manufactura de tapices trabajó, junto con ­Andrés de la Calleja, en la restauración de las bóvedas de Luca Giordano del Casón del Buen Retiro. 

En 1780 entregó dibujos para la ilustración de la edición de El Quijote, que preparaba la Real Academia Española. Un lustro después logró el nombramiento de académico de mérito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, hasta convertirse en 1788 en teniente director de pintura. Castillo realizó un número considerable de pinturas de asuntos alegóricos y religiosos. 

Uno de los ejemplos más ambiciosos es El abrazo de santo Domingo y san Francisco, que forma parte del conjunto de cuadros que decoran la iglesia de San Francisco el Grande en Madrid, encomendados por Carlos III a diversos artistas, entre ellos Francisco ­Bayeu y Francisco de Goya. En su obra religiosa Castillo oscila entre el rococó, elegante y grácil, que había aprendido de su maestro Giaquinto, y el estilo neoclásico impuesto por Mengs.


Museo del Prado

martes, 4 de enero de 2022

JASON Y EL VELLONCINO DE ORO


                                             El asesinato de Pelias - Georges Moreau de Tours

                                                 

Jasón era hijo del rey de Yolco, que fue asesinado por su hermano Pelías. Para poner a salvo al pequeño Jason, su madre lo llevó ante Cheiron, un centauro, que lo escondió y lo crió en la  montaña de Pelión.

                              Erasmus_Quellinus_-_Jason con el vellocino de oro

Cuando Jasón  cumplio 20 años viajó a su tierra para reclamar el trono a su tío Pelías. Este le prometió la restitución de su reino si lograba superar una misión imposible: 

 -"Para ser rey has de demostrar tu valía, si realmente eres quien dices ser, habrás de recuperar el vellocino de oro que se encuentra en el límite del mundo conocido", respondió Pelias seguro de que no conseguiría tal empresa pues el velloncino de  oro se encontraba custodiado por un feroz dragón.

                  Charles André van Loo - Jason y Medea

El valiente Jasón, decidido a recuperar su trono, aceptó el reto de Pelias, reunió a un grupo de grandes héroes, los argonautas, y partieron en la nave Argo hacia Colchis para recuperar el vellocino.

                               Jean-François de Troy Jason domando a los toros 

El vellocino de oro era una piel de carnero que los antiguos griegos utilizaban para extraer oro de los ríos. Se sumergía la piel en el agua para que las pepitas y arenas de oro que bajaban por el cauce se enredasen en la lana; al cabo de un tiempo se sacaba la piel del agua, se tendía y se peinaba para obtener el oro. El oro era considerado un símbolo de la realeza, así que la aventura de Jasón era necesaria para justificar la restauración de su monarquía. 

                                      Jason y Medea.__John_William_Waterhouse

 Jasón se embarcó en la nave Argos junto con otros héroes (los argonautas)

La primera parada de Jason y los argonautas fue en la isla griega de Lemnos, una isla en la que solo vivían mujeres. Estas habían asesinado a sus maridos aunque Jasón y los argonautas, lejos de temer terminar igual que ellos, vieron aquello como una oportunidad de conseguir esposa y repoblar la isla. 

                              Jasón y Medea, de Gustave Moreau

Tras un tiempo en la isla de Lemnos, Jasón y los argonautas partieron de nuevo en el Argo rumbo a Constantinopla atravesando el estrecho del Bósforo, un estrecho pasaje de agua entre el mar de Mármara, el mar Egeo y el mar Negro. Para los antiguos griegos, este era el límite del mundo conocido. El estrecho era extremadamente peligroso debido a las corrientes creadas por el flujo de agua del Mar Negro.

Los antiguos griegos creían que las rocas que protegían el estrecho se cerrarían ante el paso de un barco destrozándolo. Pero, un profeta ciego le había dicho a Jason que le ayudaría a engañar a las rocas.

- Debes enviar un pájaro delante de tu barco, así las rocas se estrellarían sobre él y, cuando se vuelvan a abrir, deberás aprovechar el momento para pasar con tu barco, le dijo el profeta. 

Así fue cómo Jason pudo llegar hasta Colchis y hasta el mismísimo rey Aietes.

Jason vuelve para reclamar el trono de su padre- Washington Allston


- Devuélveme el vellocino de oro, perteneció a mi antepasado y, es mío por derecho, le dijo firmemente Jasón.

- Si quieres recuperar el vellón, habrás de demostrar que eres el valiente Jasón, antepasado de Frixo. Pruébalo reuniendo a los toros que escupen fuego, arando y sembrando un campo con dientes de dragones y venciendo a los guerreros que se levantarán de los surcos, le propuso Aietes confiado de que aquellas tareas eran imposibles.

                                   
                    Füssli-Jason y Medea capturando el vellocino de oro


Sin embargo, la hija de Aietes, la hechicera Medea, se había enamorado de Jason y se ofreció a ayudarle a superar todas las pruebas si se casaba con ella. Jason accedio y los poderes de Medea le ayudaron a lograr todos los retos consiguiento así el vellocino de oro.

Jason y Medea regresaron con el vellocino de oro a Grecia, donde reclamó el trono de su padre y Pelias, no tuvo más remedio que devolverlo. Sin embargo, la paz no duró mucho tiempo ya que, las gentes de Iolkos, comenzaron a sentirse incómodos ante la magia de Medea y, se unieron para expulsar a ambos de sus propias tierras. 

                                         Giovanni Antonio Pellegrini   -Jason rechazando a Medea

Jasón y Medea se exiliaron en Corinto, donde el rey ofreció al valiente Jason a su hija en matrimonio para que pudieran quedarse en aquellas tierras. Jason aceptó, encendiendo así la ira de Medea, quien furiosa, mató a la nueva mujer de Jason y a los hijos que había tenido con Jason para después marchar al Monte Olimpo, donde para olvidar a Jason, se casó con Aquiles.

                             El Vellocino de Oro, por Herbert James Draper

Las desgracias de Jasón no habían terminado aquí, roto de dolor, regresó a su tierra,Yolco , para vivir en su barco, el Argo, hasta que, un buen día que estaba sentado llorando su pena, un rayo cayó sobre el Argo destrozándolo por completo. Jason saltó por los aires se golpeó gravemente la cabeza al caer, muriendo en aquel instante.