María Veiga
martes, 7 de junio de 2022
NUESTROS ARTISTAS SE EXPRESARON CONTRA EL TÚNEL
María Veiga
lunes, 6 de junio de 2022
José María Fenollera
José María Fenollera e Ibáñez (Valencia, 10 de diciembre de 1851 - Santiago de Compostela, 6 de diciembre de 1918)
Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, de su ciudad natal, para después disfrutar de una estancia de cinco años (1872 a 1877) en Roma, pensionado por la Diputación Provincial de Valencia junto con otros pintores, como Sorolla o Pinazo. Viaja posteriormente a París, aprendiendo la técnica del fotograbado, para instalarse finalmente en Madrid, donde realizó cartones para la Real Fábrica de Tapices y contribuyó a la decoración del extinto Café de Fornos. En 1887 se traslada a Santiago de Compostela, ciudad en la que fijó su residencia y ejerció como catedrático en la Escuela de Bellas Artes, manteniendo una estrecha relación con el movimiento regionalista. De esta época destaca su actividad como retratista, pintando a personajes tan célebres como Alfredo Brañas, Montero Ríos, José Carvajal Hué o el cardenal Payá, y a los sucesivos presidentes de la Sociedad Económica de Amigos del País compostelana. De su pincel brotaron igualmente los frescos del paraninfo de la Universidad.Contrajo matrimonio en 1890 con la aristócrata gallega Consuelo Velón y González-Pardo.
Entre los premios que obtuvo destaca la medalla de oro, con diploma de honor, en la Exposición Regional Gallega, celebrada en Santiago de Compostela en el año 1909
sábado, 4 de junio de 2022
¿EN QUE MANOS ESTAMOS?
Oye y los que se ponían más estupendos son muchos vecinos del edificio cuya aberración amarga a todo el barrio. Lo de ceder su piso gratuitamente al concello para derribar el edificio y que la zona recupere su imagen original no lo contemplan
Ese mismo, si tan preocupados están por la historia del barrio su edificio es el mayor ataque que se le hizo.
A mí los aquelarres de afectados, antis, haters, y otras hierbas me la sudan, y los expreso así para que resulte lo suficientemente gráfico. La empacadora, el nudo, el barco, el boulevard, el túnel…, hay mil ejemplos históricos ya no de oposición sino de auténticos dramones que derivaron en espantosos ridículos a todos los niveles. Del funcional al económico, pasando por el electoral.
Para lo único que valen estos grupos es para laminar la posibilidad de que eventualmente se le preste atención a alguna causa que realmente merezca la pena. La ciudadanía está harta de sobreactuaciones y bulos, de ahí a la indiferencia total hay un paso.
¿Al final se ejecutará la ampliación hasta el barrio de do Cura?
(vecinos peligrosos)
Entre las marcianadas de los demagogos afectados y sus correas, las declaraciones de un alcalde cuya palabra no vale nada, la necesaria coordinación de la obra con una urbanización que nunca empieza en el otro extremo de un hipotético túnel prolongado, y la aparición de restos que como mucho acabarán en el almacén municipal para cosas viejas aka Museo de Castrelos, nos está quedando bonito el vodevil.
Menos mal que es la obra más importante de la historia del Casco Vello.