Querida amiga todos tenemos ese lugar
soñado, ese sitio donde la vida transcurre a nuestro antojo. Un tiempo
fue para mi MACONDO ese lugar imaginado por García Márquez, aquella
antigua aldea de José Arcadio Buendía, de los santos y de los demonios,
del amor y del desamor, de la espera y de la locura...
Recientemente me trasladé a Tombuctú de la mano de Willy
G. Christmas, lugar que no alcanzamos pero mi sorpresa fue cuando supe
que no es un lugar imaginario, existe y la fantasía puede hacerse
realidad...
Estos
días, ya con los exámenes encima le pregunté a Teo como le iban las
cosas. Me contestó con un bien dubitativo y le apliqué los consejos que
ya nos dieron a nosotras en nuestros tiempos. Cuando llegué a la parte
¿Que piensas hacer el día de mañana? me dijo, muy serio, "me quiero ir a
Madrid". ¿De que vas a vivir allí? ¿Vas a vivir en una comuna? Le
pregunté intrigada. "No, no, voy a vivir solo en un piso, no quiero
compañía"- Ah, pues prepara 2000 euros para vivir, pero al mes eh- le
aclaré. Me di cuenta que mis palabras le cayeron como un cubo de agua
fría por la cabeza...ese fin de semana se gastó los 70 euros que tenía ahorrados para su fuga soñada
Y
es que ¿Quien no ha querido abandonar las presiones familiares de
niño? Yo llegué hasta la Puerta del Sol, donde una compañera me recordó
que sin dinero no podía ir a ningún sitio, además tampoco tenía un
destino, no como tu que tenías MARACAIBO... Cris, es que MARACAIBO suena
casi tan bien como MACONDO. Preparabas el cabás con cuatro cosas
No hay comentarios:
Publicar un comentario