martes, 2 de febrero de 2021

Concepción Figuera

 


¿Concepción Figuera o Luis Larmig?

 En el mundo de la creación existen muchos casos en los que, detrás del reconocimiento, se descubre una identidad diferente a la que parece querer significar su nombre; se trata de la utilización de un seudónimo.

 
En el caso concreto de las creadoras, sus nombres pueden esconderse tras unas iniciales o adoptar directamente uno masculino. El razonamiento es bien conocido: la autoría de una mujer devalúa el trabajo.

 En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887 un pintor desconocido, Luis Larmig, discípulo de Alejo Vera, se presentó por primera vez con una obra titulada Estudio del Natural, la cual, para sorpresa general, obtuvo una tercera medalla. La obra fue adquirida por el gobierno y en circunstancias normales puede admirarse en el Salón Vergara del Teatro Real de Madrid, formando parte del llamado “Prado disperso”, que es el nombre con el que se conoce la distribución de obras del Museo del Prado en depósito en más de medio millar de instituciones de toda España.

Diez años después de la adquisición de Estudio del natural, la prensa comenzó a desvelar un misterio. La obra había sido realizada, como tantas otras, por la madrileña Concepción Figuera Martínez y Güertero, que firmó durante años con el seudónimo que había utilizado su tío, el malogrado poeta y diputado Luis Antonio Ramírez Martínez y Güertero que se suicidó en 1874. Luis Antonio firmaba sus escritos con el pseudónimo “Larmig”, que corresponde a las iniciales de su nombre completo. Nos encontramos, así, ante un hecho interesante, ya que, tras consultar en varias fuentes los nombres Luis Larmig y Concepción Figuera, aparecen con dos biografías independientes, como si de dos personas diferentes se trataran.

Fuente-huffingtonpost

 

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