La pintura del artista Carlos Alonso, no solo convoca la mirada sino tambien invita a la reflexión. El artista dice que le gustaría haber podido escribir pero no lo necesita. A traves de su obra podemos ver la tensión y el dolor que provoca la violencia. El pintor, desde el sufrimiento más íntimo, nos muestra la terrible tragedia que significó para el la desaparición de su hija Paloma durante la última dictadura militar en Argentina. Tras el golpe de Estado de 1976 y la desaparición de su hija, al año siguiente, Alonso se exilió a Italia, y en 1979 se trasladó a Madrid.
Dos años después regresó a Argentina, y a partir de ese momento realizó numerosas exposiciones: en la Galería Palatina de Buenos Aires, entre los años 1982 y 1996; en el Museo Nacional de Bellas Artes, de 1990 a 1995, y en otras muchas galerías argentinas, como la Zurbarán o la Bariloche.
Carlos Alonso nació en Tunuyán, Mendoza (Argentina) en 1929. Es uno de los más notables artistas plásticos argentinos. Comenzó su carrera con una fuerte impronta de realismo social en sus obras. Luego mutó hacia formas más libres y expresivas, características del Nuevo Realismo. Su técnica rigurosa, trabajada obstinadamente y sin pausa a través de muchos años, marcó un color, sensible y expresivo, y sobre todo un portentoso dibujo.
Cursó estudios de arte en la Universidad Nacional de Cuyo con Gómez Cornet y en la de Tucumán con Spilimbergo, grandes maestros de los que atesoró muy valiosas enseñanzas. Sus creaciones fueron reiteradamente exaltadas en México, París, Florencia, Milán, Roma, Bolzano, Londres, Niza, Bologna, Madrid y otras ciudades europeas.
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