lunes, 11 de mayo de 2015

EL VALOR DE LA IGNORANCIA


Desde niña estoy convencida de esto, y mira que son años ya! Si, la ignorancia es la ESENCIA DE LA FELICIDAD! ¿Os habeis dado cuenta lo que sufren los eruditos? 

Yo voy a un concierto y me gusta o no me gusta pero POR LA PIEL. Si los vellos se me ponen de punta es QUE ME GUSTA y si no, bueno, puede ser que un poco o un nada pero el erudito, el verdadero melómano está pendiente de la nota, ahhhhhhh: Si, no estuvo mal pero "ese dooooo"....Ummmmm ¿Que do? y recuerdo aquellos días de clases de piano, una profe desesperada: Marca el ritmo Inés do, re, mi, faaaaaa ....No, nooooooo, que es blanca, que es negra, que es corchea, semicorchea, fusa, semifusa.....y yo con una mano, arriba, abajo, lado derecho, izquierdo. Lo dejé rápido antes de que a aquella mujer le diera un infarto.

Y la pintura... esa es otra. Creo que no he perdido aún la mirada un poco infantil y me sorprendo, veo algo que me gusta y me pregunto ¿Como pudo? Increible! Metió ese brazo ahí y me parece una genialidad! Y en eso que aparece el entendido, te mira a la cara y ..... Ummmmm ¿donde está la perspectiva? Ohhh Dios ese brazo descompensa toda la obra!

Y si hablamos de escribir ya no digamos....Que decir lo que piensas, (pero sin pensar), o esa "a lo espontáneo" resulta ANTIGUO.

Pues va a ser que está de moda sufrir, pues no -YO ME QUIERO REIR-

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