La mamá de Cris sigue viva pero desconcertada. La han confinado en su habitación de la residencia. Sigue las noticias por la televisión y saca conclusiones...
-Cris, esto es como la guerra ¿Verdad?...Seguramente tenemos piojos... y mira que es malo eso, son muy malos de quitar. Pues mira que esto va a tardar mucho, despiojar a todo el mundo es dificil...¿No tendremos sarna también?- La sarna hay que sacarla con un estropajo, duele y duele...
Cris se esfuerza en explicarle que lo de ahora es un bichito muy pequeño y muy dificil de encontar.
-Yo no quiero estar encerrada aquí en la habitación todo el día, insiste, además me estoy perdiendo todas las fiestas que hacen aqui al lado.
No son fiestas explica pacientemente Cris, son las cuidadoras que se cambian en esa habitación y hablarán entre ellas.
-¿Quienes son esos que hablan en la tele? Pregunta curiosa
Son el presidente del gobierno y expertos.
-¿Los conoces hija? Por si pudieras meter algún enchufe para que me liberaran...Ojalá viviera Franco...
Cris cuelga el teléfono y se prepara para la sesión vermouth. Los vecinos se asoman a las ventanas copa en mano y se saludan sonrientes. Ahora es preciso ocupar las horas hasta que suena la música de preparación para la intervención de las ocho. Todos se vuelven a asomar a las ventanas bailando y cantando, hasta aquel señor que le parecía tan serio mueve el culo que no para. Los aplausos al personal médico cierran la sesión hasta el día siguiente.
Cuando Cris comprueba que su madre está muy desesperada va a visitarla desde la calle. Coge el coche, se dirige a Barreiro y desde el jardín la llama por teléfono , ésta se asoma a la ventana y se saludan sonrientes.
El otro día la pararon dos polícías, le preguntaron donde vivía y la razón de ir cara a Cabral. Cris le contó la historia y al no quedar muy convencidos la acompañaron. La mamá de Cris está contentísima..."Hija, estoy feliz, hasta la policía viene a saludarme"
No hay comentarios:
Publicar un comentario