miércoles, 10 de julio de 2019

Francesco Guardi




(Venecia, 1712-1793). Pintor y dibujante italiano. La estrecha colaboración artística con su hermano Gianantonio es la causa por la que la autoría de sus obras haya sido ampliamente discutida por los especialistas. La mayor disputa en este sentido se centra en las magníficas pinturas de La historia de Tobías que adornan el coro alto de la iglesia de San Rafael de Venecia (después de 1753). 


En su primera etapa de formación, su autoría aparece diluida en el entorno del estudio familiar, y no es hasta la muerte de Gianantonio, en 1760, cuando su estilo se desarrolla por completo, centrándose al mismo tiempo en el género de la veduta, por el que es hoy más conocido. Entre sus mayores fuentes de inspiración se encuentran los grabados de Michele Giovanni Marieschi y sobre todo la obra de Canaletto. Existen varios indicios que llevan a pensar que Guardi pasó por su estudio a una edad muy tardía, cuando contaba unos cuarenta años y Canaletto había regresado de sus viajes por Inglaterra. 


La influencia de este artista es particularmente visible en un conjunto de doce lienzos que representan las fiestas organizadas en Venecia para la elección del Dogo Alviso IV Mocenigo en 1763 (diez de ellas conservadas en el Musée du Louvre, París). Fechadas entre 1770 y 1780, las telas se encuentran directamente basadas en una serie de estampas realizada por Canaletto y grabada por Giam­battista Brustolon entre 1763 y 1766. En ellas se descubre a un Francesco ya maduro, dueño de una pincelada ligera, atmosférica y vibrante que se distancia de las composiciones nítidas y firmemente estructuradas de Canaletto. Esta libertad de toque se acentuaría con el tiempo e iría acompañada de una progresiva disolución de la materia y un alejamiento del modelo natural. Francesco se ejercitó asimismo en el capriccio, género que empezaba a ser muy codiciado entre los patricios venecianos y en el que el artista podía poner a prueba su capacidad para la invención. Su reconocimiento oficial fue tardío, no siendo admitido en la Academia veneciana hasta cumplir los setenta y dos años, coincidiendo con la presidencia de su sobrino Giandomenico Tiepolo. En los últimos años de su vida contó con la ayuda de su hermano pequeño, Niccolò, y de su hijo Giacomo, lo que complica aún más la catalogación de su obra.

MUSEO NACIONAL DEL PRADO

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