(
1929 - 2007 )
Dedicado a actividades industriales, su vocación
por la pintura le lleva a recibir clases del pintor catalán Marcet
entre 1948 y 1952. Comienza a exponer en 1956, y sus muestras recorren
toda Galicia, inicialmente, y después buena parte de España.
Participó
en la Bienal de Pontevedra de 1972, en la que obtuvo medalla de plata.
En estos certámenes pontevedreses estuvo presente su obra en las
posteriores ediciones, así como en la Trienal de Compostela de 1974 y en
la de Artistas Gallegos, en Madrid, en 1976.
Animado por el éxito de
sus exposiciones, Leopoldo Varela cruza el Atlántico y expone en
Caracas varios años consecutivos. Está representado en los Museos
Provinciales de Galicia. Fundamentalmente paisajista, su sensibilidad se
adscribe a un impresionismo muy delicado, que se apoya en un excelente
dibujo. Gusta de los ambientes rurales, de los bosques, de las arboledad
de tonos encendidos y de los rincones marinos de Galicia.
También ha
pintado mucho por Aragón, con una paleta rica en matices, donde los
carmines se enseñoréan de la tela. Una virtud de Varela, excelente
acuarelista, es la captación de atmósferas, sobre todo cuando la
naturaleza está anegada por una leve bruma que envuelve las referencias
formales.
Su mancha es amplia, directa, muy efectiva. El tiempo le ha
invitado a simplificar los temas, de manera que su obra es cada vez más
pintura, más pasión por la armonización cromática, para que las
referencias formales sean mera disculpa.
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