jueves, 6 de septiembre de 2018

Hans Bellmer



Alemania 1902–1975  
Hans Bellmer nace en la burguesía polaca. Su estricto padre quería que fuera ingeniero electricista como él pero Bellmer abandona la carrera a partir de 1924 y decide consagrarse a la pintura, influenciado por Otto Dix, Paul Klee y el dadaísmo. Pero también por Freudy Baudelaire, fundamentales en su trabajo. Pronto descubre la fotografía y la escultura, y también la publicidad, en la que trabaja.
Hans Bellmer, ‘The Doll’ c.1936
Inspirado por teorías freudianas, Bellmer empieza en 1933 la construcción de una muñeca de papel a tamaño real que sirvió como modelo para una serie de fotografías en las que exploraba sus fantasías sobre el cuerpo femenino sin escatimar en sadismo, masoquismo y fetichismo. Un objeto sexual y a la vez violento, que remite a todo tipo de sentimientos contradictorios, de la infancia a la muerte.

Partes del cuerpo que se pueden separar, reubicar y multiplicar, como uno de esosanagramas surrealistas, maniquíes de adolescentes vestidos y desvestidos a los que se les conservan los zapatos y los calcetines, con miembros atados, inquietantes narrativas en bosques o habitaciones que remiten a cadáveres, a asesinato, a violación, todo realizado con una excelente técnica que dota de verosimilitud a esas imágenes subconscientes.


Evidentemente rechazado por el degenerado régimen nazi, que calificó su arte de degenerado («Entartete Kunst»), Bellmer decidió el exilio a Francia en 1938, pero siguió realizando muñecas cada vez más reales, y unos excelentes dibujos y grabados en los que el erotismo, la infancia, la muerte están siempre presentes. La erotización de un cuerpo con delirantes deformaciones siempre fue el motivo principal de su trabajo que es una clara invitación al deseo prohibido, a «ese oscuro objeto del deseo», que diría Buñuel.
Fue uno de los grandes fotógrafos del movimiento. Su obra fue objeto de deseo de los surrealistas, y después influiría en artistas como Cindy Sherman, que trabajará también con muñecas para representar a la mujer como objeto sexual o Louise Bourgeois, que llegó a exponer con él. 
Bellmer fallece en París en Febrero de 1975.

historia-arte


El arte de Hans Bellmer, a menudo en forma de muñecas a las que llamó imágenes del lenguaje, sirvió como una forma de terapia personal, en la que objetivó las relaciones abusivas, exploró sus fantasías y proyectó la esencia de su deseo por las mujeres y los objetos. Vivió la represión de artistas en la Alemania nazi, que se convirtió en otro trauma que informa su arte. Después de la guerra, se hizo famoso por sus ilustraciones explícitas y a veces pornográficas. Creó imágenes que reflejaban lo que él sentía como un mundo inquietante y perturbado. Su trabajo ha sido aclamado por algunos como el representante de
 los límites de la sexualidad humana, mientras que otros han encontrado que su trabajo simplemente objetiva el cuerpo femenino como un cautivo de la mirada sexual masculina.

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