jueves, 19 de abril de 2018

Lorenzo Viani


(Viareggio 1882 - Lido di Ostia 1936)  Lorenzo Viani pasó su infancia en la Villa Real de Viaregio donde su padre trabajaba para Don Carlos de Borbón. La situación económica de la familia era buena mientras su padre trabajó para el aristócrata pero perdió el trabajo y tuvo que empezar a trabajar como ayudante en la peluquería de Fortunato Primo Puccini.


En la peluquería conoció al pintor Plinio Nomellini que lo animó a matricularse en el Instituto de Bellas Artes de Lucca. Durante los tres años que estuvo en el Instituto se metió en política y fue arrestado con otros anarquistas. En 1904 fue aceptado en la Academia de Bellas Artes y tambien iba al estudio de Giovanni Fattori a quien había conocido en  1901. 

En 1907 expuso en Génova y en la Bienal de Venecia. Pasó en París los años 1908-1909
El artista de Viareggio, fue uno de los artistas italianos más polémicos y problemáticos de la década de 1900.  Al igual que sus colegas futuristas de Florencia y Milán, Viani fue profundamente influenciado por los eventos bélicos que sacudieron Europa en 1914, al comienzo de la Gran Guerra . Viani comenzó con sentimientos antimilitares. En 1912, durante la operación con el colonialismo libio, realizó una serie de dibujos llamados 'Alla Gloria della Guerra' que pusieron de relieve los horrores del conflicto entre Italia y Turquía. 

Después de escuchar las opiniones de Cesare Battisti en Viareggio , el pintor abrazó las ideas militaristas y se inscribió en el ejército. En 1916, partió hacia Carso. Para Viani, el frente se convirtió en una fuente de inspiración artística. En medio de la muerte, el miedo, la lucha y la desesperación, encontró refugio en el dibujo. Creó trabajos de carboncillo en papel, toallas y vendajes, representando su visión de los eventos trágicos que ocurrieron durante la guerra. El 1 de enero de 1919  regresó a Viareggio. La guerra no dio paso a la justicia social como Viani había esperado antes de reclutarse. Años difíciles y violentos siguieron cuando Viani se dio cuenta del daño que se había hecho a los italianos que
habían sido enviados al frente para morir.

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