Hablaba hoy Juanjo Millás, en la radio, del PLAYERITO PECTORAL, un pájaro que vuela hasta 13.000 kilómetros buscando amor...
Pues una nueva patraña de alguien que nos quiso demostrar que la fidelidad existe hasta en el mundo animal. Un estudio serio dice en no hay pájaro monógamo ni pájara pasiva
Todo esto me lleva a una nueva preocupación. La ninfa KIKA se me escapó. Ya se había convertido en miembro de mi familia y hasta comia en la mesa. Me llevé un gran disgusto cuando se fugó y juré que ya no quería más, pero me han regalado una pareja.
No las suelto, viven enclaustradas en su jaula de 50x40 mirandose todo el día a los ojos. El Sr Millás me ha causado una honda preocupación con eso del amor... No estoy segura que sean chico y chica. Se besan y hacen el amor pero ninguna de ellas pone huevos
Los pájaros se parecen tanto a los humanos que necesitan de la seducción. Las hembras suelen ser normalitas, tirando a feas. Son ellos los que poseen plumas bonitas y el arte del baile.
No solo les llega el pavoneo, a veces, las hembras, les exigen construir casitas con materiales que van encontrando, como flores, plumas, todo tipo de objetos vistosos y aún asi no siempre triunfa el macho. El rechazo les obliga a empezar la tarea de nuevo y ahí es cuando entra el feo listo. Mientras el bello sigue bailando hasta la extenuación, el golfo se lleva a la hembra al huerto
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