miércoles, 20 de julio de 2016

LA CASA DE LA VIDA



Como ya decía en una entrada anterior, cuando se separa el Ka del  Khet, el espíritu abandona el cuerpo se produce la muerte y en ese momento se libera el Ba, es decir, el alma, como la llamanos nosotros.  Esto se soluciona de distintas formas, según las civilizaciones y las creencias. Aquí en mi tierra, se abre la ventana para que salga y vague por los montes y las rías pero en civilizaciones como la antigua egipcia, con la muerte comenzaba una vida más allá del reino terrestre, por ello los ritos fúnebres adquirían una gran importancia.
 Era muy importante la momificación del cadáver porque es el recinto material, habitado por el Ka divino y, por tanto, indispensable es que el individuo mantenga su identidad para identificarse con el dios Ra

Esto de mantener el cuerpo  ya sucedía en la prehistoria- el cadáver se colocaba con las piernas plegadas, en posición fetal, para hacerlo regresar a la diosa Madre, luego se encerraba en una vasija de barro cocido y lo depositaban en las arenas del desierto para desecar. En una segunda etapa, ya tenía importancia el dinero de la familia. La sepultura se ubicaba en el fondo de un pozo, donde se apilaban las herramientas usadas por el difunto, luego se rellenaba con un túmulo de piedras y finalmente se depositaban provisiones acompañadas por frases como:" Levántate y come de estos alimentos que te ofrecemos!"- Supongo yo que algún pobre solo se encontraba los aperos de labranza y si queria comer tendría que buscarse el sustento...al fin y al cabo, como dice alguno "solo valgo para trabajar"


En tiempos de la  IV dinastía faraónica, la momificación ya era un arte, pero dependía de de las disponibilidades económicas y de la importancia política de los familiares del muerto.  Los más pobres tenían derecho a unas violentas lavativas y desecación al sol y a los ricos se les procuraba un procedimiento costoso. Como la figura del difunto debía mantenerse lo  más fiel posible a lo que era, el proceso duraba muchos meses y costaba kilos de plata.


La momificación se realizaba en  la "Casa de la Vida". A los continuos lavados seguían esmeradas operaciones quirúrgicas. Los antiguos egipcios tenían grandes conocimientos de medicina y a través de orificios extraían el cerebro, el estómago, los intestinos, pulmones e hígado. Estos órganos se colocaban en cuatro vasos "canopes", consagrados a los cuatro hijos de Horus. Una vez acabado el proceso, ya bien seco el cuerpo del difunto se envolvía cuidadosamente con larguísimas vendas de lino entre las cuales se ponían amuletos y plegarias.


 El cortejo fúnebre arrancaba de la Casa de la Vida. A la cabeza del mismo se hallaba el  baldaquín decorado con flores que protegía el sarcófago, al que seguían los familiares y plañideras. A la larga procesión seguía el ajuar, formado por muebles, vestidos y joyas del difunto. Al llegar a las orillas del Nilo, el cortejo continuaba por el río sagrado, fuente de la vida,  y así empezaba el viaje por el Nilo  celeste. Una vez que llegaban a la necrópolis, el cortejo se dirigía a la tumba y se realizaba la purificación de la momia con agua e incienso. Despues de celebrada la ceremonia final, un sacerdote leía las fórmulas  mágicas del "libro de los muertos"- Cuando ya todo acababa se consideraba que el difunto podía emprender el viaje al reino del "Más Allá"  se bajaba el sarcofago y el ajuar a la cámara subterránea y no se tapaba hasta acabar de depositar las ofrendas como el pan, la cerveza y los granos, símbolo de la resurrección, alimento del cuerpo y el alma, además del agua, el salitre y el incienso para el alimento espiritual

Ahora, si quieres llegar hasta Alejandría pincha en el enlace
http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-rio-de-la-vida/rio-vida-alejandria/3056163/ 

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