lunes, 28 de marzo de 2016

Georg Scholz





Nació en  Wolfenbuttel,Alemania, en 1890 y murió en Waldkirch, en  1945. Estudió en Berlín con Lovis corinth. Despues de servir en la Primera Guerra Mundial se unió al partido comunista. Extremadamente crítico con la situación ecónomica y social en la Alemania de la posguerra, en su obra refleja el rechazo que siente con una mirada casi cínica


 Granjeros industriales
Bauernbild
 En el cuadro vemos un marido, su esposa e hijo. Todos parecen desfigurados. Al padre le sale dinero de la cabeza mientras sostiene una biblia en la mano. La mujer tiene un cochinillo y de la frente le sobresale un destornillador. El niño no tiene cerebro, los mocos le salen de la nariz mientras tortura una rana. Una crítica a la gente inculta, hambrientos de dinero pero que se muestran religiosos. El hombre que vemos en el fondo, a través de la ventana, nos lleva al futuro, hacia el mundo industrializado. Una oportunidad de avanzar en la vida, una ventana abierta, una salida, sin embargo está gordo y a través de su chaqueta podemos ver un pavo asado, o algo parecido. ¿A que nos conduce eso? Parece que nos quiere decir que esa salida será solo para unos pocos privilegiados.

Scholz se convirtió en uno de los líderes de la Nueva Objetividad. Fue nombrado profesor de la Academia Estatal de Arte de Baden en  1925. Visitó París en 1928. Con la subida al poder del nacionalsocialismo, en  1933, fue despedido de su puesto docente y declarado artista degenerado. Sus obras fueron incautadas y le prohibieron pintar.

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