BACO Y ARIADNA
Angelica Kauffmann
Todos los años siete niños y siete niñas son ofrecidos al
Minotauro y un día, ya hartos de su crueldad llaman a Teseo
para que lo mate. Cuando este llega, Ariadna, hija de los reyes
de Creta, Minos y Pasifae es utilizada por el rey Teseo para
conseguir pistas de su enemigo el Minotauro. Este monstruo,
un voraz devorador de carne humana, era fruto de la reina
Pasifae con un toro.
Pablo Picasso
Ariadna se enamora de Teseo y este le promete amor eterno.
Ariadna le entrega un hilo de lana para que pueda salir del
laberinto despues de completar su mision de matar al minotauro,
pero una vez conseguido su objetivo Teseo la abandona,
mientras dormía en la isla de Naxos.
Cornelis de Vos
Ariadna llora desesperada pero sus lamentos llegan a los oidos
de Baco que aparece por el aire conduciendo su carro tirado
por tigres. Ariadna contempla al Dios encima de un carro
repleto de uvas, mientras este afloja las riendas a los tigres
que lo llevaban. La princesa intentó huir pero Baco
le gritó: "Eh, hija de Cnossos, no tengas miedo,
serás mi mujer y en el cielo serás contemplada
como un astro" Baco la lleva al Olimpo y le regala
una diadema de oro, obra de Vulcano
Caravaggio
Ariadna poco a poco se dio cuenta que la diosa Afrodita la había
Ariadna poco a poco se dio cuenta que la diosa Afrodita la había
engañado. Esta le había prometido que al casarse con un dios se
convertiría en inmortal y un día envejecida y cansada, partió para
regalado a Ariadna y la arrojó hacia el cielo. Según iba
subiendo la diadema, las piedras se tornaban más brillantes
hasta que se transformaron en estrellas. Ya en lo alto del
firmamento la corona se convirtió en una constelación y hoy
la podemos ver en forma de Aurora boreal. Ahora, mortales
e inmortales la podemos contemplar recordandonos el inmenso
amor de Baco por Ariadna
Baco y Ariadna – Guido Reni
Baco se convirtió en una sombra, ya no era el dios de la alegría y
Baco y Ariadna – Guido Reni
Baco se convirtió en una sombra, ya no era el dios de la alegría y
de las fiestas y Zeus apiadandose del dolor de su hijo, rescató a su
amada Ariadna de entre los muertos. Tras devolverle la vida, le
concedió el don de la inmortalidad. Ariadna se lanzó a los brazos
de su amado y así, enlazados, vivirán para siempre su pasión
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