Ayer
estuve ahí, en Gondomar. Día de vino, pulpo y furancho, pero me pregunto
porqué a mi todas estas cosas me producen cierta angustia.
El
desfile de la procesión, las niñas y niños con sus trajes de primera
comunión, las autoridades de gala, las damas con vestidos recién
estrenados y los curas bajo palio.
Algunas banderas de España adornaban los balcones a modo de fiesta
Me
gustaba el olor que surgía al paso de la comitiva. "Cheira a fiuncho",
dije en alto y una señora me replicó "e a eucalipto". Todo me resultaba
tan rancio...Solo el paso del niño que iba dando patadas a las flores me
distraía. "Que maleducado, ¿No te enseñan modales en casa?" Gritaba mi
amiga Juani. Y siguió rosmando un rato..."el trabajo que da hacer esas
alfombras, el orgullo del pueblo, y el niño ese, el golfo dando
patadas."
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