jueves, 4 de junio de 2015

la venus del espejo



¿Sabías que el espejo de La Venus de Velázquez tiene varias interpretaciones simbólicas?

La ambivalencia del espejo, uno de los objetos preferidos por Velázquez, esconde en su reflejo multiplicidad de significados. Una de las pinturas representativas de este marco simbólico es La Venus del espejo. Esta obra, la única conservada del artista en la que aparece una mujer desnuda, ha provocado polémica durante años.

Quién es la Venus

Esta es una de las cuestiones más planteadas en torno a La Venus del espejo. Varios expertos confirman que Velázquez pintó el cuadro entorno a 1648, antes de su segundo viaje a Italia, por encargo del rey Felipe II. Otros especialistas piensan que lo realizó durante ese viaje (1648-1650). Este dato es importante porque se podría tratar del retrato de la amante italiana del pintor. Sin embargo, todos los expertos coinciden en que el primer desnudo integral de la pintura española tuvo que contar con el beneplácito del rey, por lo que sólo pudo ser un encargo de algún personaje con poder. De este modo, se podría decir que la Venus es alguna de las amantes de Gaspar Méndez de Haro, sobrino del conde duque de Olivares, ya que aparece en un inventario de sus bienes fechado en 1651.

El símbolo del espejo

En la interpretación del cuadro podemos descubrir que la belleza del cuerpo de la diosa se contradice con la vulgaridad real del rostro desdibujado expuesta por el espejo. Este objeto reviste un doble significado, tanto desde el punto de vista moral como cognitivo. El primero, de naturaleza negativa, representa a la vanidad (mito de Narciso). Por el contrario, este símbolo tiene la aceptación positiva de la verdad, por su fidelidad a reproducir lo que muestra. Asimismo, también se puede analizar el modo en que Cupido sostiene el espejo (manos cruzadas y cinta rosa sobre ellas). Esto podría simbolizar la manera en que el amor permanece junto a la belleza.

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