martes, 31 de mayo de 2016

DIARIO DE UN PRESO



He escuchado tantas conversaciones a lo largo de la vida que he pasado en distintas cárceles españolas. Los hay malos, esos que no conseguirán redimirse, pero tambien hay gente buena, los que han tenido mala suerte.

Era aún un crío y ya me sentía un marginado, una sociedad que no me quería aceptar porque un día cometí un pequeño delito y no quisieron perdonarme. Una sociedad que cree saberlo todo, que no entiende nuestros problemas.  ¿Reintegrarnos? ¿Quien está dispuesto a echarnos una mano?


La primera vez que fui detenido, confesé delitos a la policía, algunos que ni ellos conocían, por eso hoy me llamo cobarde e imbécil. ¿Por que tuve que contarles todo? ¿Fue miedo?

Desde que tengo uso de razón, mi vida ha consistido en robar y estafar.  Tengo buena pinta y huelo a la buena gente, asi que visito a abogados, médicos, empresarios y hasta directores de bancos y siempre les cuento la misma historia.  Estos forman parte de la "buena gente que no han tenido mala suerte" y creen que ayudando a malvados como yo  hacen un favor a la sociedad.  ¿Trabajar todo el día por un salario de mierda? Me cansaba ver a mi madre levantarse a las cinco de la mañana para ir a limpiar otras casas. Yo necesito dinero. Me gusta ir a la discoteca y sentirme importante cuando saco un fajo de billetes del bolsillo. Bien vestido, fumando tabaco rubio americano, las chicas se acercan. A veces me pregunto ¿Cuanto tiempo vas a poder vivir así? Rapido la respuesta viene a mi mente... mientras la gente siga confiando en mi...

A veces maldigo el día que mi madre me trajo al mundo, a un planeta donde solo existe odio e incomprensión. Me veo en el buen camino, no es delito, ellos lo tienen y yo tengo que sacarselo, me lo merezco.  Una sociedad donde nadie se preocupa por nadie ¿Como se puede sobrevivir a estas plagas?

Al principio me avergonzaba y le pedía perdón a mi madre. Ella siempre me perdonaba aunque advirtiendo que acabaría mal. Hasta a ella llegué a robarle, una mujer, una señora aunque nunca supo leer ni escribir. Ella se levantaba de madrugada para que en casa no faltara de nada, para que pudieramos estudiar y yo me quedaba en la cama toda la mañana.

¿Soy yo acaso un delincuente? Bueno, yo no diría que todo el mundo, pero muchos si. Pero ni en la delincuencia somos iguales, a mi me   cogen pero a esos otros, a los poderosos, a esos les dan .palmaditas en la espalda

Miles, millones de obreros, explotados, trabajando por una miseria y no les queda más remedio aunque sean tratados como animales. Y me hablan de derechos humanos. ¿que me dicen de ese artículo
" derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo"? Paparruchas, solo eso

Quiero que quede claro que no pretendo que todo el mundo tenga un gran puesto, tiene que haber de todo, mineros barrenderos, descargadores, camioneros... y es que hoy no te salva ni una carrera, el gran esfuerzo que tienen que hacer para despues acabar desempeñando cualquier trabajo.

Yo pertenezco a la "juventud rebelde", no he querido escuchar consejos ni aprovechar oportunidades, que si las he tenido. Lo que siempre he querido es vivir bien a cuenta de los demás

Actualmente tengo el título de REINCIDENTE. A ver, aquí tendrían que añadir algo. Los tribunales tendrian que tener en cuenta a la gente

-que roba por vicio
-que es obligada a hacerlo
-o el que roba por necesidad

Yo estoy en el primer grupo, aunque cambiaría lo de vicio por justicia social. ¿No están en la calle esos despiadados capitalistas, gente sin escrúpulos, que cierran sus empresas dejando miles de trabajadores desamparados?

¿Saben ustedes lo que es una cárcel? Aqui estoy metido entre unos muros, con el único consuelo de la familia que viene a vernos, aunque nos dejen un gran vacío y tristeza cuando se van. No dejo que pensar en mi madre y en los buenos consejos que me da, en lo mucho que la he hecho sufrir, pero estoy tan orgulloso de ella! Nunca se lo he dicho, solo la he hecho sufrir, la engañaba constantemente.

Recuerdo mi primera estafa. Fui a una empresa, dije que iba recomendado por una persona importante y me recibió el jefe. Le conté la terrible historia de mi maltrato familiar. Mi madre se había liado con un hombre que se emborrachaba y yo sobraba en casa. En ese momento me di cuenta que debía dedicarme al teatro. El hombre me creyó e iba dandome  unas cantidades para ayudarme. Me resultó tan fácil que así comencé mi carrera delictiva.  Llegué a tener 20 empresarios y podía darme la gran vida.

Esto es un infierno aquí dentro. Siempre hay peleas, y por tonterías. Nos levantamos a las  siete y media de la mañana, nos aseamos, limpiamos nuestras celdas y despues vamos a desayunar. Paseamos hasta las 9, despues recuento y varias actividades hasta la hora del almuerzo. La cena a las siete y a las 9,30 hora de ir a las celdas. El tiempo libre lo empleo en  jugar a las cartas, dados, parchís, o cualquier otra cosa, el caso es olvidar el tiempo que me queda aquí. Pocos trabajan en los talleres

Un dia, ojeando una revista me llamó la atención el anuncio de unas chicas que pedían cartearse con otras personas. No me gustaba que la gente supiera que yo estaba aquí dentro, pero finalmente  le escribí a una chica. Me contestó y así comenzó mi correspondencia con chicas  que solo conozco a través de sus fotos. Comprendí que no todo es odio, que tambien hay gente que vale la pena. Una me escribió: "El que nació pobre, pobre seguirá siendolo, pero si hay amor y libertad, lo demás no cuenta..."

Le conté la realidad de mi vida y al cabo de unos días recibí la respuesta. Tengo que decir que dudé en abrir la carta pero finalmente lo hice. Me decía que no tenía ningún motivo para dejar de escribirme, que a pesar de lo que hice no encontraba motivo para rechazarme, que al contrario, que en  una situación como la mía necesitaba su amistad.

Nos seguimos escribiendo y llegué a creerme enamorado de ella, pero pasado el tiempo la considero mi mejor amiga

Continuará....

lunes, 30 de mayo de 2016

Marinus van Reymerswale


 
 

(Zelanda, h. 1490/1495-?, antes de 1567). Pintor flamenco. Se sabe muy poco de su formación y su biografía, aunque se cree que se ins­taló y trabajó en Amberes. Como muchos pintores contemporáneos, se especializó en temas tanto religiosos como profanos que copió y desarrolló en múltiples pinturas. Entre los temas religiosos podemos destacar la representación de San Jerónimo, donde se aprecia una clara influencia de la pintura del mismo tema de Alberto Durero de 1521 (Museo Nacional de Arte Antiga, ­Lisboa), y La vocación de san Mateo. En cuanto a los asuntos civiles, destacan sus retratos de grandes comerciantes y de la alta burguesía mercantil, de los que llega a realizar auténticas sátiras. La crítica a la avaricia y a la codicia de forma caricaturesca es una constante de estas pinturas. Los temas repetidos son El recaudador de impuestos y El cambista y su mujer. Ambos están muy directamente relacionados con la obra del mismo tema de Quinten Massys y de la que se conocen numerosas versiones. La mejor es la de la National Gallery de Londres, pero también hay ejemplares en Madrid, Viena, Gante, Amberes, Berlín y ­Múnich. Su pintura gozó de gran éxito en España y en Italia, donde se la importó con frecuencia.

Museo del Prado

viernes, 27 de mayo de 2016

Antonio Mancini




El pintor italiano Antonio Mancini nació en 1852 y murió en 1930. Hijo de un sastre, nació con un don especial para el dibujo, y fue admitido en la Academia de Bellas Artes de Nápoles a los doce años. 

Su obra revela tres constantes; un interés casi exclusivo por el retrato, vulnerabilidad  y una preferencia por una configuración un poco extraña al colocar objetos que frustran una interpretación.

Mancini vendió obra, ganó premios y recibió muchos encargos. Expuso en la Salón de París de 1872 y visitó esa ciudad dos veces  en la década de  1870. Conoció a Degas y a Manet. Era tímido e introvertido, el bienestar económico y la nostalgia lo llevó a una crisis nerviosa en 1880 y estuvo internado en un hospital psiquiátrico en Nápoles, durante cuatro meses. Durante su ingreso pinta compulsivamente, sobre todo autorretratos. Su esquizofrenia se manifiesta y más adelante tiene que volver a ser ingresado, esta vez durante cuatro años. Vuelve a París y tambien viaja a Londres




Hasta despues de la Primera Guerra Mundial vivió con frecuencia, casi en la miseria. Un cliente dijo que lo visitó en Roma en el invierno de  1893, a donde se había trasladado  una década antes  y se horrorizó al encontrarlo en un estudio frío, casi vacío, iba vestido con una camisa de franela sin botones y llevaba puestos seis pares de pantalones sostenidos con una cuerda, varios chalecos y un abrigo grasiento. Despues de vivir en Roma durante 20 años, se trasladó a Frascati, donde vivió hasta 1918. Despues de la guerra se estabilizó y consiguió serenidad en su obra. Murió en Roma en 1930.

lunes, 23 de mayo de 2016

El intelectual que obró la utopía de la Bauhaus



Hay batallas perdidas en las trincheras de lo profano que resonarán como un eco triunfante en los anaqueles de la historia: la victoria moral del vencido. Isaac Díaz Pardo se hizo hombre en un paisaje de derrota y, pese a verse forzado a bregar en una tierra quemada, su lucha no cejó hasta los últimos días, consciente de que se llevaba a la tumba un poso de amargura inmerecido y el unánime reconocimiento de su pueblo. 


El intelectual galleguista, que murió en A Coruña a los 91 años, contribuyó a dar forma a su tierra.

Mente preclara y faro de largo alcance, fue uno de esos seres que construyen un país, una cultura, pues sus vidas son una obra en sí misma. La cerámica de Sargadelos es sólo el escaparate de una industria cultural fomentada por este artista, editor, empresario y escritor nacido en el Santiago de 1920, antesala del horror.

Era un muchacho cuando el fascismo arrumba a su padre, Camilo Díaz, también pintor. Con el golpe del 36, cae la generación de galleguistas que le frecuentaban y los vecinos de aquella Compostela de mesa camilla. El adolescente Isaac está solo y marcado; Galicia, en manos de los sublevados, es la víctima seminal de una guerra callada. "Para entenderlo hay que comprender el siglo XX en España y en Europa", explica Suso de Toro. 


"Era un izquierdista de 16 años, comprometido con la autonomía gallega, que se ve lanzado a la lucha política", rememora el escritor de Trece campanadas mientras revisa una carpeta con cartas remitidas por Díaz Pardo. "Salvado por un tío, tiene que sobrevivir en el mundo de los asesinos de su padre", expone De Toro, quien recuerda que, pese a su bisoñez, participó en la campaña del estatuto gallego, que no entró en vigor por el advenimiento de la contienda. 


Objetivo de caza prioritario, Díaz Pardo huye disfrazado a la ciudad donde ahora ha encontrado la muerte y se refugia en un desván. "Fue un superviviente toda su vida. Ha muerto anciano, pero siempre tuvo que mirar de reojo a la historia porque estaba en la lista de la maquinaria pesada del odio", afirma Manuel Rivas , que le agradece su apoyo para publicar la revista Luzes.


El destino viaja por mar y, en la otra orilla, está la quinta provincia. Engarza así sus inquietudes con la intelectualidad exiliada en Buenos Aires, de Dieste a Castelao, que había imprimido trabajos en el taller de su padre. "Se crió en una cuna de libertad que convocaba a varias corrientes de la República", apunta Rivas.

Frente a la moderación de su progenitor, él militó en las Juventudes Socialistas Unificadas y, andado el tiempo, fue un declarado conservador libertario –en el sentido conservacionista– llamado a preservar la lengua y la memoria de manera irreductible.



Su regreso a casa supone un intento de rescate y regeneración económica y cultural de Galicia: crea, junto al pintor y escritor Luis Seoane, el Laboratorio de Formas y saca adelante la fábrica de Sargadelos, Cerámicas do Castro, una editorial homónima o el Museo Carlos Maside, por no hablar de la ayuda que presta a Ruedo Ibérico o del infructuoso intento de fundar un periódico que cimentaría la democracia tras la muerte de Franco.

Díaz Pardo, un renacentista que trató de "construir la utopía de la Bauhaus" en un rincón del Atlántico, fue apartado con malos modos de sus criaturas cuando ya era toda una institución canosa. Su expulsión por un polémico tejemaneje accionarial cerró el círculo. "Unos mediocres se aprovecharon de él a sus espaldas y lo desposeyeron", concluye Rivas. "Una metáfora de lo que sucede cuando la codicia derrota al ingenio y a la imaginación".

Artículo de Henrique Mariño en PUBLICO

CARLOS MASIDE



Carlos MASIDE (1897-1958)

        De temperamento reflexivo será el gran referente del arte renovador. Dibujante de viñetas para El Faro de Vigo y El Pueblo Gallego de Vigo, ilustrador de libros entre los que podemos citar De catro a catro de Manuel Antonio o Retrincos de Castelao dentro de un lenguaje ligado al expresionismo; viaja a Madrid y París, becado por la Diputación de Pontevedra; en esta última ciudad Maside se pone en relación con las vanguardias históricas, desde el impresionismo y posimpresionismo, las huellas de Cezanne, de Gauguín, el color de los fauves, el cubismo, sobre todo las revisiones que de este movimiento realiza Léger, con el surrealismo y la vitalidad permanente de los constructivistas europeos, las lecciones de Kandisky y sobre todo con el expresionismo alemán y el “orden clásico”. 


        Evoluciona desde una obra delicada hacia perfiles duros y angulosos, composiciones violentas; se aparta de la influencia de Castelao, aproximándose a los grabados xilográficos de los expresionistas alemanes. Conocedor de la técnica del grabado sobre madera realizará numerosas obras empleando esta técnica. El carácter ornamental de la estampa japonesa influye en Maside al igual que la estética del modernismo que traduce a sus cuadros mediante líneas sutiles, carácter decorativo y vibrante cromatismo en este sentido podemos citar Mercado, estampa que realiza en 1927. En 1930 pinta Muller sentada (Museo Quiñones de León-Vigo) técnica al óleo, de formas plenas y toscas, parece estar esculpida en granito. Sólida, inexpresiva, sin detalles ni folklorismo, refleja el duro trabajo de la mujer en el campo. Es como un monumento a la mujer campesina, predomina el efecto de masa reforzado con un color denso impartido mediante pequeños toques como queriendo recordar la tosca textura de la piedra. Esta obra que estamos comentando tiene clara relación con la escultura de EIROA, amigo de Maside que realiza obras de formas redondeadas conectadas con las que realiza Maillol o Clará vinculadas con el mediterraneísmo. La obra de Carlos Maside se proyecta a través de volúmenes cerrados, envueltos en sí mismos, eliminando la línea recta mostrando un extraordinario dominio del volumen sobre el espacio bidimensional.



   La serenidad, la calma, el silencio simbolizan una sociedad sin prisa; el estatismo, la profunda volumetria que hace desaparecer los trazos anatómicos y psicológicos, supone un argumento novedoso, además del tratamiento técnico que no oculta la fortaleza de la ejecución y muestra una concepción pictórica que se rebela contra el academicismo. El estatismo intemporalizado coincide con la recuperación de los conceptos neocubistas, con la valoración de las formas cezannianas y con la monumentalidad del clasicismo de Picasso.           La veta primitivista, el arcaísmo de la “talla”, la ingenuidad provocada y la capacidad expresionista de las formas y del color que lo vinculan con los fauves está implicado en una valoración antropológica de una psique gallega, matizado todo ello a través de un realismo diferencial.


Su lenguaje adquiere resonancias de los desnudos picassianos de los años veinte, destacando la tosquedad técnica de sus formas. Su obra es considerada piedra angular de la generación, que resume las intenciones expresivas de nuestros pintores renovadores.
            La guerra y la implantación posterior de la Dictadura aíslan cruelmente a este artista que ve como sus compañeros mueren en la contienda o son exiliados acontecimientos, que le influyen extraordinariamente; mantendrá una estrecha relación epistolar con Luís Seoane que se encuentra en el exilio hasta su muerte.


            La primera exposición realizada por Maside después de la guerra civil (1936-1939) data da 1945, su obra tiende a la geometrización y a la composición de planos de intensa luminosidad y cromatismo, debido sobre todo a la influencia de sus lecturas sobre Kandinsky, propuestas teóricas maduradas en la experiencia constructivista de la Bauhaus, expectativas dadás, conceptos formales de los Delaunay. En 1950 realiza otra vesrsión de Mercado en donde encontramos de nuevo el interés por la temática popular, aunque pierden definición los volúmenes compactos, los perfiles de gruesas líneas se difuminan y el color adquiere con su autonomía más protagonismo, un color muy iluminado y que multiplica los antiguos destellos fauvistas. Maside juega con los volúmenes tratados con la luz y con la estridencia cromática, incidiendo en la valoración revisada del neocubismo. Las formas aparecen sintetizadas por la línea y recuperan la ingenuidad y el sentido primitivo.

Información-  EPA Pontevedra

Castelao, tenebrismo de luz norte



Castelao, tenebrismo de luz norte

En el centenario de su llegada a Pontevedra y de la Fundación de As Irmandades da Fala, el sexto edificio del Museo de Pontevedra alberga hasta el 5 de junio la exposición «Castelao artista. Os fundamentos do seu estilo (1905-1920)». Su comisario Carlos Valle defiende la tesis de un Castelao comprometido con la pintura y reúne por primera vez todas sus obras de gran formato.

Castelao fue pintor en uno de los períodos más convulsos y fértiles de la historia de la pintura. Las vanguardias históricas pusieron patas arriba la academia y los manifiestos se sucedían y, a la vez, se negaban unos a otros. En esa época el artista se separa de su público y comienza en solitario la búsqueda incesante de caminos nuevos. La mayoría de estos lenguajes son universales e intercambiables, sin un apego especial a un territorio o a una colectividad. El neoplasticismo y el constructivismo transitan por caminos aledaños desde sociedades bien distintas. El artista no puede esperar a su público. Está solo y se comporta como el visionario que sabe algo que los demás ni siquiera imaginan. Sus logros serán asumidos muchos años después. La comunicación se verá fracturada porque el código es nuevo y su vigencia solo podrá ser medida con el paso del tiempo. El mismo tiempo necesario para que el público llegue a comprenderlo y a hacerlo suyo.

 Castelao fue pintor en esa época y estaba informado. Conocía perfectamente lo nuevo porque lo había visto con sus ojos, en el curso de sus viajes. Pero Castelao no era capaz de comulgar con el feroz individualismo del artista nuevo. El motor de Castelao siempre fue Galicia y en ella encontró todo lo que necesitaba para levantar su obra. Su mirada es obviamente muy política y está al servicio de su pueblo, sin concesiones a la moda. No hay rastro de esa ambición gregaria de la que a veces adolecen los más arribistas, los que se alistan en la nueva legión que la crítica ampara. Castelao nunca se desvió de su destino, por lo que el lenguaje empleado es natural y vernáculo. Nace de la propia tierra.

Ahora bien, en la pintura Castelao tuvo que adoptar una postura estética y un modo de hacer. La pintura siempre exige una toma de posiciones y tiene sus propios problemas. La pintura también es una patria. Una vez montado el lienzo sobre el caballete el pintor afronta el hecho de pintar con una necesaria desnudez ideológica. La pintura plantea sus propias preguntas. En ese momento es más útil invocar a Velázquez que a Karl Marx.

En Mariñeiros de 1909, una de las obras más claramente pictóricas presentes en la muestra, el color está tratado con un luminismo cercano a Sorolla. Pero las figuras están perfiladas como si finalmente el dibujo le pudiese a la mancha. Es un Sorolla embridado. Esta supremacía del dibujo sobre la pintura es algo que unos años más tarde también veremos en la obra de Carlos Maside.


Castelao siempre es dibujante. Su manera de dibujar es muy contemporánea y hoy su estilo conviviría sin problemas en la escena del cómic más actual. Los ciegos son personajes muy recurrentes en su imaginario y precisamente los carteles de ciegos son una forma arcaica y profundamente popular de lo que hoy conocemos como cómic. Castelao tenía los mimbres de algo que aún no existía. Tal es su importancia.


Castelao parece que pinta cuando dibuja y parece que dibuja cuando pinta. No adopta un registro distinto, sino que adapta las ya mencionadas necesidades de la pintura a su personal manera de contar. El pincel y la pluma cuentan una misma historia. Es ahí donde se distancia de sus contemporáneos porque la buena figuración siempre se apoya en una narrativa y Castelao fue capaz de construir una crónica fiel de su tiempo, empleando los medios artísticos al servicio de un fin. Y lo hizo sin desatenter la calidad de su pincelada ni la potencia de su mancha. Era, no hay duda, pintor.

De la ilustración a la pintura hay un salto de código. La entrada a otra dimensión. Aparecen la liquidez, el empastado y todas las vicisitudes del material. Las peripecias ópticas de la composición y las lecciones de los viejos maestros. Pero, sobre todo, hay algo físico: un espacio que el espectador debe ocupar. Esa ruta sigue abierta y hoy artistas como El Roto aún la transitan. Del papel prensa al libro. Del libro a la tela. Del quiosco a la galería de arte. Este viaje no es siempre afortunado. En Castelao sí.

Para comunicarse con su pueblo Castelao no cae en el folclorismo ni en soluciones amables. Es como un gran observador barroco de las clases populares. Hay más épica en la emigración que en un gran cuadro bélico o religioso concebido para mayor gloria de la alta burguesía que, a la postre, es quien paga. Los personajes de Castelao son humildes pero no exentos de dignidad. Las caras arrasadas de los ciegos y la honda pincelada, que nada tiene que envidiar a un Zuloaga, retratan la tierra y quien la habita. El labriego es el protagonista. Y el pescador. Y el trabajo y los oficios. Como en El Ángelus de Millet. Castelao intelectualiza su lenguaje pictórico descendiendo en su discurso para mirar a los ojos de su vecino, para compartir su pena o su miseria, en definitiva, para dar voz a quien no la tiene. No necesitó subirse al caballo desbocado de ninguna vanguardia para poner la pintura gallega en el camino que luego Maside y Seoane ayudaron a construir.

No obstante en el texto de su célebre conferencia Algo acerca de la caricatura utiliza fundamentos teóricos propios de vanguardia para colocar el arte de la caricatura en el lugar que le corresponde. Dice Castelao que la caricatura no exagera, sino que hace una selección de los rasgos esencialmente expresivos. Para decir más con menos. Esto es economía de medios. Esto es minimalismo. Dice además que el cerebro es más rápido que los sentidos y que la percepción. Que la evolución humana y el progreso avanzan hacia lo concreto. Esto es arte concreto. Pura construcción. Esto demuestra una vez más que Castelao conocía los nuevos rumbos que se abrían paso pero prefirió recoger la herencia de grandes dibujantes como Honoré Daumier y mucho antes de grandes creadores de historia gráfica como el propio Goya, para construir el libreto ilustrado de este país.

 En los grandes formatos es donde se muestra más seguro, con un dominio de la composición y la luz notables. Hay una especie de tenebrismo de luz norte que acerca la pintura de Castelao a la Escuela vasca del ya mencionado Zuloaga, de Aurelio Arteta o de José Arrúe. Comparte con ellos la necesidad de idealizar el paisaje, el labriego y la romería. La necesidad de ofrecer un testimonio pictórico de una tierra abandonada.
Información- Vitor Mejuto- LA VOZ DE GALICIA

viernes, 20 de mayo de 2016

Horacio Lengo



(Torremolinos, Málaga, 1838-Madrid, 1890). Pintor español. Estudió en Cádiz bajo la dirección de Serafín Martínez del Rincón y ya en 1872 fue nombrado secretario de la sección de Bellas Artes del Liceo de Málaga. En 1874 se trasladó a París, lo que le dio la oportunidad de asistir al taller de Léon Bonnat. En 1882 volvió a España, instalándose definitivamente en Madrid. Además del retrato y la caricatura cultivó la composición de pequeños bodegones, caprichos artísticos decorativos con títulos poéticos y literarios, como A pesar de ello, Leonora y Manrique, los dos últimos inspirados en los personajes de la ópera El trovador, de Antonio García Gutiérrez, estrenada en el Teatro Príncipe en 1836. Aquejado de una mortal enfermedad, se suicidó en su estudio madrileño.

Museo del Prado

30.000 euros por un piso de 120 metros



Um, nos hemos vuelto tan desconfiados que pasan las gangas por delante de nuestros ojos y no las pillamos

Estos días apareció una noticia en LA VOZ DE GALICIA


SE VENDE PISO DE 120 METROS, AMUEBLADO, EN VILANOVA DE LOURENZÁ

Eso tiene bicho, pensamos todos. Bueno, todos no, Arely Vázquez Rodriguez, hondureña de orígenes paternos de Lugo, cogió el coche y se hizo con "el chollo"...una vivienda seminueva de unos 120 metros, con cuatro habitaciones y dos cuartos de baño, totalmente amueblada.  «He ido ahorrando, pero nunca pensé en poder llegar a comprar. Entonces surgió esto, y con este precio... es como si me hubiese tocado la lotería»- Declara Arely

EL TONTO QUE SE ENAMORÓ DE GALICIA



 Leo  en LA VOZ DE GALICIA, un artículo Martina Miser, sobre  Kevin Weatherill


Kevin, la estrella del rock,  durante años tuvo una pareja de Guitiriz y porque aquí pasaba largas temporadas. Hoy ha incorporado a Paco Charlin y  ha comenzado un proyecto en solitario "Dirty Ray". Ahora vive con Virginia, una periodista, y los dos se han instalado en la aldea Couto de Abaixo, Cambados, y cuenta con casa de piedra, horreo y hasta capilla. Quiso anunciar a sus amigos y conocidos que vivía en el paraiso pero ha decido que quiere ser el único inglés de la zona. "Soy tan feliz que podría llegar a ser un poco odioso. Cada mañana me levanto y digo: Fuck, vivo en Galicia!"

jueves, 19 de mayo de 2016

ESTAMOS EN CAMPAÑA



Estamos otra vez en periodo electoral, hay personas que están muy cabreadas porque no han llegado a pactos "contranatura"- relánjese- y vamos a tomarlo con sentido del humor
 Tenemos a JORGE FERNANDEZ DIAZ,  ministro del interior, hombre tierno y santo. Enamorado de Lola, la perrita, nacida en Almería, aunque de raza extranjera


 Hombre de fé confiesa: “Si la otra vida va a ser la felicidad absoluta, ¿por qué no te vas a reencontrar con quien en esta vida te ha hecho compañía?”

Mientras no se va al "más allá", acá convive con los santos y condecora a las vírgenes. Tiene un ángel de la guarda especial.

«Tengo un ángel de la guarda que se llama Marcelo y que me ayuda a aparcar»

 Eh, que no, que está en contra

Con esto de la LEY MORDAZA que se han sacado de la manga

quieren prohibir todo y ocurren cosas tan curiosas como

 El Supremo ratifica la Ordenanza Antivandalismo de Valladolid que prohíbe ir desnudo en espacios públicos- Vale, pero se permite el "semidesnudismo" y ahí está el dilema ¿Que parte se puede destapar?

Y ¿Que hacemos con eso de las ESTELADAS? Con esto del PROHIBIR, la Delegación del Gobierno en Madrid impedirá la exhibición de las mismas en la final de la copa del Rey que disputarán el Barça y el Sevilla el próximo domingo en el Calderon, en Madrid




 Pero lo que me hizo soltar una sonora carcajada es la noticia que HOY VA RAJOY a dar un discurso o conferencia, creo que a Mallorca.


 sobre NEPOTISMO Y CORRUPCION