Querida Cris,
Hace tiempo que no te hablo de Teo. Te diré que sigue sorprendiendome y haciendome reir, aunque delante de él me ponga seria.
La lucha que tengo con el baño amiga mía. Recuerdo que mis tiempos no teníamos "zonas protegidas", yo me metía en el baño y si mi madre, Lola "la teista", desconfiaba de mi, cosa habitual, entraba con un estropajo y un guante de crin y me exfoliaba cuello, rodillas y orejas hasta que me salía la piel a tiras. Ahora no, nacen con el telefono del menor grabado en el cerebro y no puedes hacer nada que les incomode. Le digo "bañate o duchate" y se mete a regañadientes en el baño... pasa el tiempo y cuando sale, ya sabe que tiene que acercarse a mi para que lo huela. "Hueles a perro pulgoso mojado por la lluvia" grito. Me mira y refunfuña, dos veces jabón, tres enjuegues...Entro en el baño y parece que allí hubo una guerra de espuma, pero aquel pelo no tiene pinta de limpio. ¿Sabes como lo ha solucionado? Se echa una botella de colonia.
El domingo el tiempo estaba tan bueno que fuimos a pasear a Bouzas y ya nos quedamos a comer alli. Cuando se acercó la camarera le pedí un poco de pulpo, calamares y empanada pero el la miró y dijo "la carta por favor". La chica se moría de la risa. A mi memoria vino cuando tenía tres años y me dijo "no puedes dejar mecheros al alcance de los niños pequeños".
Perpleja me deja, a veces me parece muy listo y otras ( ummm) digamos que me desconcierta. Bueno igual es un gen familiar porque a veces yo misma pienso que he llegado al summum de la idiotez. Ayer escribió en su agenda escolar "hoy miercoles viene un jugador de futbol a firmar balones". A las tres y media se marchó para el cole, con un balón debajo del brazo, y allí estuvo solo en el patio, hasta que a las seis y media lo fue a buscar su tía y le aseguró que ayer era martes
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