Camille Claudel, AMOR, ARTE Y LOCURA
Camille Claudel, 1864 – 1943
Alumna, musa, compañera modelo y amante de Rodin desde que
le conociese y posase para él cuando apenas había cumplido
19 años, el tiempo ha ido colocando las piezas en su sitio y hoy
sabemos que la dimensión artística y creativa de Camille no tenía
mucho que envidiar al genio avasallador de su maestro.
le conociese y posase para él cuando apenas había cumplido
19 años, el tiempo ha ido colocando las piezas en su sitio y hoy
sabemos que la dimensión artística y creativa de Camille no tenía
mucho que envidiar al genio avasallador de su maestro.
Hoy sabemos que colaboró de manera muy directa en algunas de
las obras maestras del escultor y que éste, vencido por celos
profesionales y por el temor a que su discípula le hiciese sombra
en el mundo del arte, nunca la ayudó.
las obras maestras del escultor y que éste, vencido por celos
profesionales y por el temor a que su discípula le hiciese sombra
en el mundo del arte, nunca la ayudó.
Decidida, valiente y directa, Camille Claudel se enfrentó a su familia
y a su época para dedicarse con pasión a la escultura y para unirse
al hombre del que se había enamorado. Lo pagó caro.
y a su época para dedicarse con pasión a la escultura y para unirse
al hombre del que se había enamorado. Lo pagó caro.
Tras apasionarse por su alumna, Rodin la asedió. En un primer
momento ella esconde sus sentimientos y establece una calibrada
distancia que pronto rompería; se entrega. Vendrían después años
de encuentros y desencuentros. El escultor nunca abandonó a la
costurera Rosa Beruet de la que fue amante hasta su muerte. Con
Camille fue distinto. Tras pasiones y arrebatos, muchos intentos
de convivencia, un embarazo y un aborto, la relación entre ambos
quedaría definitivamente rota en 1898, catorce años después de
haberse conocido.
momento ella esconde sus sentimientos y establece una calibrada
distancia que pronto rompería; se entrega. Vendrían después años
de encuentros y desencuentros. El escultor nunca abandonó a la
costurera Rosa Beruet de la que fue amante hasta su muerte. Con
Camille fue distinto. Tras pasiones y arrebatos, muchos intentos
de convivencia, un embarazo y un aborto, la relación entre ambos
quedaría definitivamente rota en 1898, catorce años después de
haberse conocido.
A Camille las fotos nos la acercan como una mujer no especialmente
bella. Sin embargo, quienes en su tiempo la conocieron hablan con
admiración de su enorme atractivo. “Tenía luz”, diría de ella su
hermano el poeta. Una luz que la vida iría apagando hasta
oscurecerse por completo en el manicomio en el que, por razones
poco precisas, fue internada cuando acababa de cumplir 49 años.
bella. Sin embargo, quienes en su tiempo la conocieron hablan con
admiración de su enorme atractivo. “Tenía luz”, diría de ella su
hermano el poeta. Una luz que la vida iría apagando hasta
oscurecerse por completo en el manicomio en el que, por razones
poco precisas, fue internada cuando acababa de cumplir 49 años.
Por orden directa de la familia Claudel, en la mañana del 10 de marzo
de 1913 unos enfermeros irrumpieron en su taller para recluirla en
el centro psiquiátrico del que, pese a sus desagarradas quejas -se
conservan muchos escritos y cartas de la escultora exigiendo que la
liberaran-, nunca volvería a salir.
de 1913 unos enfermeros irrumpieron en su taller para recluirla en
el centro psiquiátrico del que, pese a sus desagarradas quejas -se
conservan muchos escritos y cartas de la escultora exigiendo que la
liberaran-, nunca volvería a salir.
Muy afectado por la que considera situación de indigencia de Camille,
en 1913, Paul Claudel escribe: “En cuanto a mi pobre hermana, no
tendré más remedio que ir a París para internarla… Cuando volví,
hace cuatro años, deliraba por completo, y lo que más me impresionó
fue que le había cambiado la voz. Actualmente ya no sale y vive,
con los cerrojos echados en puertas y ventanas, en un piso de una
suciedad espantosa”.
en 1913, Paul Claudel escribe: “En cuanto a mi pobre hermana, no
tendré más remedio que ir a París para internarla… Cuando volví,
hace cuatro años, deliraba por completo, y lo que más me impresionó
fue que le había cambiado la voz. Actualmente ya no sale y vive,
con los cerrojos echados en puertas y ventanas, en un piso de una
suciedad espantosa”.
Finalmente, en marzo de 1913, Camille Claudel es ingresada en contra
de su voluntad en un centro de Ville-Evrard, al este de París. Pero el
asedio del ejército alemán obliga a trasladar a todos los internos al
manicomio de Montdevergues, al lado de Aviñón, en donde la escultora
ingresa el 7 de septiembre de 1914 aquejada, según textualmente
reza su diagnóstico médico, “de delirio sistemático de persecución
basado principalmente en interpretaciones e imaginaciones falsas”.
de su voluntad en un centro de Ville-Evrard, al este de París. Pero el
asedio del ejército alemán obliga a trasladar a todos los internos al
manicomio de Montdevergues, al lado de Aviñón, en donde la escultora
ingresa el 7 de septiembre de 1914 aquejada, según textualmente
reza su diagnóstico médico, “de delirio sistemático de persecución
basado principalmente en interpretaciones e imaginaciones falsas”.
Entre esos muros pasará el resto de su existencia. Treinta años en
los que no dejó de reclamar su derecho a ser libre. “Hace años que
soporto este atroz martirio”, escribía la artista hacia 1920. “No hace
falta que describa mi sufrimiento… Respecto a mi familia no hay
nada que hacer; bajo la influencia de unas malas personas, mi
madre, mi hermano y mi hermana sólo atienden a las calumnias de
que me han cubierto… ¡Me reprochan (oh, crimen espantoso) haber
vivido completamente sola, pasar la vida con unos gatos, tener
manía persecutoria! Sobre la base de estas acusaciones me
encarcelaron como a una criminal, privada de libertad, privada de
alimentos, de calefacción y de las más elementales comodidades…
Tienen mucho interés en que yo no salga nunca de esta prisión”.
los que no dejó de reclamar su derecho a ser libre. “Hace años que
soporto este atroz martirio”, escribía la artista hacia 1920. “No hace
falta que describa mi sufrimiento… Respecto a mi familia no hay
nada que hacer; bajo la influencia de unas malas personas, mi
madre, mi hermano y mi hermana sólo atienden a las calumnias de
que me han cubierto… ¡Me reprochan (oh, crimen espantoso) haber
vivido completamente sola, pasar la vida con unos gatos, tener
manía persecutoria! Sobre la base de estas acusaciones me
encarcelaron como a una criminal, privada de libertad, privada de
alimentos, de calefacción y de las más elementales comodidades…
Tienen mucho interés en que yo no salga nunca de esta prisión”.
Nunca salió. A lo largo de esos treinta años largos de estancia en aquel
manicomio, Camille Claudel se negó a dibujar o esculpir. Poco a poco
se sumió en un doloroso silencio. Le dio la espalda a la vida con la
esperanza, cada vez más debilitada, de recuperar la libertad.
manicomio, Camille Claudel se negó a dibujar o esculpir. Poco a poco
se sumió en un doloroso silencio. Le dio la espalda a la vida con la
esperanza, cada vez más debilitada, de recuperar la libertad.
El 19 de octubre de 1943, a los 78 años de edad, alejada de su obra y
de su mundo, falleció en Montdevergues.
de su mundo, falleció en Montdevergues.
Paul Claudel que, en relación con su hermana siempre se meció entre
la incomprensión y el remordimiento, expresó entonces: “Proscrita, a
partir de ahora, de la plaza pública y del aire libre, la escultura, como
el resto de las artes, se retira a esa habitación solitaria en la que el
poeta cuida de sus sueños prohibidos. Camille Claudel es la primera
obrera de esta escultura interior”.
la incomprensión y el remordimiento, expresó entonces: “Proscrita, a
partir de ahora, de la plaza pública y del aire libre, la escultura, como
el resto de las artes, se retira a esa habitación solitaria en la que el
poeta cuida de sus sueños prohibidos. Camille Claudel es la primera
obrera de esta escultura interior”.
.hoyesarte
Tras la ruptura entre Camille Claudel y Rodin, este último intentó
ayudarle por mediación de otra persona y obtuvo del director de
Bellas Artes un encargo del Estado. La edad madura fue encargada
en 1895, expuesta en 1899, pero el bronce no fue nunca encargado
y Camille Claudel jamás lo entregó. Fue, el Capitán Tissier, quien
al final, encargó el primer bronce, en 1902.
El grupo evoca la indecisión de Rodin, entre su ex-amante, que
El grupo evoca la indecisión de Rodin, entre su ex-amante, que
saldría vencedora, y Camille que, para retenerle, se inclina hacia
delante. Más allá de su historia personal, Camille realiza una obra
simbólica que conlleva una meditación sobre las relaciones
humanas. Ella misma se protagoniza en los rasgos de un personaje
que llama la Implorante, marcando de este modo lo trágico
ligado a su destino
.
Alcanzada su madurez, el hombre está vertiginosamente atraído
Alcanzada su madurez, el hombre está vertiginosamente atraído
por la edad, mientras tiende una inútil mano hacia la juventud.
Las figuras desnudas están envueltas en drapeados que acentúan
la rapidez de la marcha. Las grandes oblicuas convergen en
perspectiva. Así hablaba de ella Paul Claudel: "Mi hermana
Camille, Implorante, humillada a rodillas, esta soberbia, esta
orgullosa, y saben lo que se desprende de ella, en este mismo
momento, delante de su mirada, es su alma".
musee-orsay
musee-orsay
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