sábado, 5 de agosto de 2017

SAN CRISTOBAL - HANS MEMLING



 En este cuadro de Hans Memling (1440-1494)- Un encargo de Willem Moreel para que sirviera como retablo para  una capilla de la iglesia de San Jaime, en Brujas, Memling retrata a San Cristobal con el niño sobre los hombros en el panel central. Lo acompañan San Mauro, vestido de monje benedictino y san Gil con un dócil ciervo.  Desde una cueva en  las rocas, un ermitaño con un farol guía a los viajeros por el peligroso camino. El niño tiene la mano levantada, a modo de bendición, mientras Cristóbal mira hacia abajo, dando a entender que acaba de descubrir la identidad del niño al ver brotar las hojas verdes que salen de la vara.

SAN  CRISTOBAL era un cananeo de fuerza y estatura prodigiosas, que podía verse con su barba y su cayado en las puertas de todas las ciudades,  se convirtió al cristianismo para servir al más poderoso de los soberanos. Un ermitaño le pidió que ayudara a todos aquellos que se lo solicitaran a cruzar un peligroso río. Un día, un niño le suplicó que lo llevara hasta la otra orilla. Cristóbal lo cargó sobre sus hombros y se adentró en las aguas. El río se hizo cada vez mas turbulento y el niño se volvió más pesado que el plomo.

A punto de alcanzar la otra orilla, el pequeño se reveló como Jesucristo, que cargaba con el peso del mundo. Le pidió que plantara su vara, y a la mañana siguiente se encontró que había florecido y dado fruto



 EL PINTOR HANS MEMLING- BIOGRAFÍA MUSEO DEL PRADO
                                       Autorretrato

(Seligenstadt, Alemania, h. 1440-Brujas, 1494). Pintor flamenco. Se ignora prácticamente todo sobre su periodo de aprendizaje. Residió, sin duda, en Colonia, en el taller del maestro Stefan Lochner, fallecido en 1451. Antes de estar inscrito, en 1465, en los registros de los burgueses de Brujas -lo que implicaba el derecho a vivir y ejercer allí un oficio- vivió probablemente en Bruselas, en casa de Rogier van der Weyden. Fue seguramente después de regresar el maestro de Italia en 1450, cuando Hans Memling residió en el taller hasta la muerte de Van der Weyden en 1464. El nombre de Hans Memling no está inscrito en los registros del Gremio de Pintores de Brujas, lo que puede indicar que gozaba de una posición de favor. Sin duda, llegó a Brujas a petición de la colonia italiana. 

Autorretrato 

De todos modos, encontró en esa ciudad una clien­tela a la vez local e internacional. Contrajo matrimonio con Tanne de Valkenaere, que le dio tres hijos, murió en 1494 y fue enterrado en la iglesia de Saint-Gilles. La obra que se con­serva de este artista, que fue llevada a cabo en su totalidad en Brujas, es muy extensa y demuestra que el pintor debió de poseer un taller floreciente. Se mencionan dos ayudantes en el registro del Gremio de Pintores: Hannekin Verhanneman y Passchier van der Mersch. A pesar de sus orígenes alemanes, Memling figura, tanto por su estilo como por su técnica, ente los más grandes pintores de la pintura flamenca del siglo XV. 


                                el juicio final

En el tríptico del Juicio final (Museo Nacional de Gdank, Polonia), obra de su primer periodo, pintado entre 1467 y 1471 para Angelo Tani y su mujer, encontramos influencias de Stefan Lochner en el panel izquierdo. La composición central con el Juicio, las reproducciones de ciertos personajes y, sobre todo, su dibujo subyacente, son tributarios del Juicio final de Rogier van der Weyden (Hôtel-Dieu, Beaune, Francia). Prolongó la tradición de sus antecesores y continuó tomando de sus composiciones cierto formalismo en las posturas de los personajes y fórmulas de los retratos de Weyden. Su obra aparece como síntesis en donde la tradición eyckiana está presente: el sentido de la luz, del color, de la fiel ejecución, de las materias, de la imitación de los objetos, así como la atención que presta al paisaje y a la naturaleza. 


                          la adoración de los Reyes Magos

 Sin embargo, la asimilación de estas influencias desemboca en la creación de un estilo muy personal, caracterizado por la búsqueda del equilibrio y la preocupación por la integración de las figuras y de los grupos en su entorno. Hans Memling busca la depuración de las formas y de las emociones para llegar a representar un mundo armonioso. Esta búsqueda se encuentra ya desde la etapa del primer dibujo hasta el resultado final. A pesar de la economía de técnicas y materiales, dispone de tal maestría de ejecución en la tradición de los maestros flamencos que el efecto óptico es óptimo. 


El Retablo de los santos Juanes y el Tríptico ­Floreins, ejemplos de su periodo de madurez, son sus únicas pinturas firmadas y fechadas, realizadas en 1479 para el hospital de Brujas y que han servido para la reconstrucción de su obra. La última de ellas se inspira en el tríptico de La Adoración de los Magos (Prado). Memling fue uno de los más importantes retratistas de su tiempo y su estilo es la base del canon brugeois. Sus cuadros fueron exportados por toda la Europa de la época y siguió influyendo no solo en sus contemporáneos, sino también en los pintores de la generación siguiente en Brujas y Amberes.


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