LEMBRANZAS 1

domingo, 5 de junio de 2016

Tradición harinera y arte barroco en Santa María de Góo

Hay cosas que te suceden en la niñez y que ya no olvidarás nunca. O INCIO y el agua de Carabaña, dos cosas que han quedado grabadas en mi mente como señal de salud. El agua no es buena ni para bañarse, puede parecer una frase tonta, pero lo decía mi abuela y en algo se basaría ¿No? Aseguraba que nunca se había bañado en su vida y cuando yo se lo contaba a mi madre se reía tanto que yo hasta temía que se diera un golpe con algo. La única agua que me daba era la de Carabaña, cuando yo me quejaba de algo, sin importarle la parte del cuerpo que me doliera.

Lo del Incio va enlazado con "aires". Cuando ya me veían mal color porque no comía. Aparte de falta de apetito me lo tomaba como venganza contra toda la familia, oía lo de los aires. "Hay que llevarla al Incio, para que tome aires de montaña"

Las cosas eran así. No había calefacción y, claro, en el invierno nos enfriabamos. Cuando te veían moqueando, no importaba que tuvieras 39 de fiebre, te metían en la cama con siete mantas, llenaban la habítación de tarteras con agua hirviendo con hojas de eucalipto y te frotaban la cara con sebo de cordero. Todo estaba claro, las cosas dependían del agua y de los aires. Los de la costa teníamos que viajar alguna vez a la montaña y los de tierra adentro deberían bajar a tomar los nueve baños de mar en temporada