lunes, 6 de junio de 2016

GUILLERMO EL PROSCRITO

GUILLERMO BROWN, el proscrito... yo leía sus aventuras con avidez, "próscrito", decía yo, no sabía que significaba esa palabra ni me importaba, me gustaba como sonaba. Yo creo que no fue hasta que cumplí 14 o 15 años, cuando un profesor de literatura me corrigió- "se dice proscrito".  Me quedé asombrada, con lo bien que sonaba como lo pronunciaba yo....

 Este personaje desgreñado, poco pulcro en el vestir, fue creado por
 Richmal Crompton, una mujer  que murió en 1969. Hija de un pastor protestante impartía clases de latín y en sus relatos refleja la tortura que significaba su aprendizaje en las mentes infantiles. Su vida se vio marcada por la poliomielitis. circunstancia que le hizo abandonar la enseñanza y dedicarse por completo a la literatura
 
 
  Entretanto, en casa, su padre, arrellanado en un sillón, hablaba con su madre; y el hijo era tópico de la conversación. El hombre se oprimía con  una mano su dolorida frente; y movía la otra, - tiene trastornado el juicio- decía-, está loco de atar. Debías llevarle a un médico para que le examine el cerebro. Fíjate en lo que ha hecho hoy. Empezó por tirarme de un empujón encima de una mata de rododendros, sin que yo le hubiese provocado. Fíjate bien, ¿eh? Ni siquiera le habia dirigido la palabra. Luego intentó envenenar a esa niña tan mona, que vive al lado, con  una porquería que yo creí haberle quitado y arrojado lejos. Despues anduvo por ahí diciendo a la gente que está tuberculoso. Cómo si lo pareciera...! A continuación va y lleva mensajes y recuerdos extraordinarios, de parte de Ethel, a jóvenes desconocidos y los hace venir aquí en el preciso momento en que vamos a ponernos a cenar. Y, por si eso no bastara, se pone a quemar y raspar las puertas. ¿Dónde está el sentido común en todo eso? Son actos de un loco... De veras, debías llevarle a un especialista en enfermedades mentales.  La señora Brown cortó el hilo de zurcir y colocó a un lado el calcetín que acababa de coser-  Efectivamente, todo eso parece muy estúpico, querido- admitió-; pero seguramente tendrá una explicación, aunque nosotros no la conozcamos. Los niños son unos seres tan raros...! Consultó el reloj y se acercó a la ventana- Guillermo!- llamó- Es hora de que te acuestres, hijo mío. Guillero se puso tristemente en pie y entró, muy despacio en la casa.-  Hasta mañana, mamá- dijo.  Luego miró, aún más tristemente y con reproche a su padre.-  Hasta mañana, papá- dijo- No te entristezcas por lo que  has hecho.  Yo te per...se interrumpió decidiendo, apresudada pero prudentemente, retirarse a toda velocidad




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