Querida Cris,
Acabo de llegar de Oporto, del aeropuerto Sa Carneiro y me pasó una cosa curiosa. En una recta de la autopista entró el sol de lleno a través del parabrisas del coche, atravesó los cristales de mis gafas de sol y vi reflejadas en ellos unas arruguillas rodeandome los ojos y me acordé de aquel verso de Campoamor : «En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira»... y no me refiero solo al paso del tiempo, más bien estoy pensando en LA NAVIDAD. Fiesta que yo considero DE LA HIPOCRESÍA- que hay que sentirse feliz por obligación y que se resume a una época de gastos absurdos.
Recuerdo lo de nuestra amiga Isabel. Se arregla, cocina y cocina, llegan los invitados, que a mitad de la fiesta aprovechan para largarse todos los reproches que tienen acumulados a los largo del año y ella mientras a llevar bandejas a la mesa, niños por el medio.., Nadie se ha fijado en su peinado ni en su vestido de princesa por una noche... y cuando los huéspedes se van, a media noche, a bailar.. ella se queda mirando las pilas de platos que le quedan en el fregadero. Escucha los gritos de los niños peleando por los jueguetes que les ha traído PAPA NOEL y piensa que se debe ir a la cama porque tiene que encargarse de asar el cabrito para la comida de navidad.
¿Sabes lo que pienso Cris? En estos momentos desearía tener dinero, sabes que el resto del año no tengo más necesidades que las que la vida nos da, pero ahora mismo No. ¿Y para que?
En principio para resucitar a alguien, para eso no es necesario dinero sino un milagro, pero estamos en el momento de la fantasía... Yo resucitaría a Fred Astaire
Querida familia, queridos todos- Aqui desde MONTECARLO os desean felices fiestas vuestras queridas
Cris e Inés
Pd- Si quereis cocinar algo, ha quedado un poco de pollo congelado en la nevera
Besitos
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