Ya he hablado de Pol. Pol es un perro pero si yo contara sobre su vida sin mencionar que es un can, cualquiera diría que es un funcionario del grupo A, un científico o un catedrático, o quizás todo ello.
Lo rescaté de una caja que tenían unos gitanos, padre e hija, delante del mercado del Calvario. Pol fue el que más asomó la cabeza así que fue el elegido. Tendría dos o tres meses y estaba tan lleno de pulgas que ni pensé en el moquillo. Lo bañé a conciencia. Reconocí desde el principio que era feo, pero todo el mundo tiene derecho a cariño. La gata lo adoptó a primera vista y ya no se separaron hasta la muerte de la felina este año
Ha cumplido dieciseis años. Apenas ve, las patas casi no le responden ni para subir al coche. Ya no atiende por Pol, tienes que silbarle pero el instinto de libertad no lo ha perdido. Recuerdo cuando me llamó una señora que lo había visto paseando por la Travesía de Vigo, abrió la puerta del coche y se lo llevó a comer con ella a su casa. Pol tenía una plaquita con el número de telefono así que la mujer me llamó para decirme que el animal había comido muy bien y preguntarme que donde me lo dejaba...Otras veces se iba de juerga y los camareros de la cafetería de abajo me llamaban para anunciarme que estaba esperando en el portal, eso a las cuatro o cinco de la mañana. Hablo en pasado porque creí que la vejez había mitigado esos instintos de fuga pero una vez más tengo que anunciar mi alegría POL HA VUELTO A CASA DESPUES DE UNA SEMANA DE AUSENCIA.
Fuimos a comer a casa de unos amigos. Su casa está en pleno campo. Pol no quiere entrar en esa casa porque tienen un perro muy grande y un día le enseñó los dientes. Se queda al lado del coche hasta que volvemos, aunque sean las once de la noche... pero ese día no estaba. Lo llamanos, silbamos pero Pol no volvió, así que regresamos a casa tristes. Fuimos varios días por allí a ver si alguien lo había visto y si, mi amigo Luis le había puesto un día agua y una niña dijo que si, que había visto un perrito con un collar azul. Denunciamos su desaparición a la guardiacivil, Cris me consolaba "no te preocupes que se ha cogido unas vacaciones de camping"...y este fin de semana Pol apareció, fue Teo por la asociación cultural y el perro tan pronto vio al niño se acercó llorando. No hace falta señalar que ya habíamos estado alli nosotros y no dío señales de vida. Estaba bien mantenido, respiraba aire puro y había perritas por la zona. No creo que pueda presumir de éxitos, pero la ilusión siempre queda.
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