Heroica salvación del Vigo Rugby
El Universidade conserva la categoría tras vencer 38-11 al Sant Cugat en una remontada perfecta
Querida Cris, el sábado, me invitaron a ver un partido del Vigo Rugby. Subimos a la universidad, que como ya sabes, está en el monte (en algún momento daré mi humilde opinión sobre a quien se le ocurrió diseñar algo tan horrible como NUESTRA UNIVERSIDAD) y el día, más bien propio de un mes de diciembre que de junio, no veas que frío pasé. Menos mal que llevaba puestas dos prendas con capucha. Primero me puse una y a los dos minutos las otra. Estiré las mangas del jersey hasta la punta de la uñas, pero aún así el viento se colaba por todas las rendijas de mi cuerpo...
Y allí salen unos chicos al campo, unos de rojo y los otros de negro... y empiezan a lanzarse un balón ovalado. ¡Que nervios! ni un paso podían dar sin que se lanzasen unos sobre otros. Lanza, lanza! Es que tienen una delantera muy buena y prefieren hacer un maul, me explicaban.. Eh árbitro fuera. Ahora tienen que hacer una melé en el centro, seguían diciendome. Y ¿Porque está aquel pobre chico tirado en el suelo con la pelota en la punta de la mano? Pregunté. Porque tienen que hacer un ensayo y como hace mucho viento esa es la mejor forma. Cerré los ojos cuando vi que le iban a dar una patada a la pelota con aquel pobre chaval allí tirado...
Ummm, mi interés por aquel juego ya se había acabado. Hice la prueba de cerrar un ojo y despues el otro, para comprobar cual tenía mejor visión. Busqué si había algun pajarito cerca, pero con aquel frío y los gritos de los aficionados, todos se había refugiado en sus nidos. Pensé en encender un pitillo, pero con aquel ambiente tan sano no me atreví. ¿Porque salen las asistencias si el juego sigue? En el rugby lo pueden hacer. Me contestaban con mucha paciencia pero yo ya la estaba perdiendo. ¿Que ocurriría si el que estaba debajo de aquella pandilla de brutos fuese hijo mío? ¿Hay derecho que espachurren así a un ser humano? En el futbol hay más lesiones que en el rugby, es un hecho comprobado- me decían.
Ya, ya, pues si fuera mi hijo "el esmagao" ya habría saltado al campo a patada limpia para liberarlo
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