sábado, 22 de enero de 2011
EL TONTO
Como me he dado cuenta que tengo algún seguidor en este blog, para mi gran sorpresa, pues os voy a contar...
Los británicos son seres raros, supongo que ya os habreis dado cuenta, pero yo en general los adoro. Me identifico con su sentido del humor, son personas con muy poco sentido del ridiculo, sus vidas suelen ser "hacia dentro" y si te mueves en un círculo medianamente culto, entonces fantástico.
Mi amistad con Jo y Andrew es de esas de toda la vida. Cuando nos conocimos, eso ya hace muchos años, cuando yo hacía un curso de ingles en Tonbridge, se dieron cuenta que el tópico de la española morena y con castañuelas en las manos no era cierto. Indagaron durante un momento el "porque" mi piel era tan blanca y mi pelo no era negro y cuando le expliqué que yo era de los que tambien "tocaban la gaita" nos identificamos totalmente y nuestro amor dura hasta el momento. Ya tenían dos niños en aquel entonces, y al mayor, David, me costó unos días convencerlo que yo no dormía en la selva debajo de un mosquitero.
Este año pasado me invitaron a su "nosecuantos" aniversario de Boda. Lo iban a celebrar en un hotel en Ironbridge. No soy muy aficionada a esos eventos, pero en este caso, la curiosidad pudo a la pereza y fui. Y aqui empieza la "ODISEA"...
Vuelo Oporto-Birmingham y al llegar coger un coche de alquiler. Hasta ahí todo bien, pero cuando te pones en carretera ya se ha hecho de noche, hay un poco de calima y cae una suave lluvia. Yo voy con chofer, porque me di cuenta a tiempo que represento un peligro para la humanidad si conduzco, asi que delego. "Mi conductor" cuando se convence que tiene que evitar su tendencia a ir hacia la derecha, intenta situarse, ehhhhhh "kerks", grito yo, al principio de vez en cuando, despues seguido seguido. (los kerks (o como se diga) son esa especie de piedras que delimitan las carreteras británicas).
Yo pondría como prueba prematrimonial un viaje de la pareja a Inglaterra en coche. La que consiguiera pasarla superaría todo en esta vida...El hotel que habíamos "pillado" por Internet estaba en un pueblo y ese pueblo estaba en el mapa ¿Donde coj... estaba? Agotada, con frío y hambre sugieres ¿Preguntamos? No hay contestación, solo una mirada que dice: Un hombre no pregunta...así que lo más inteligente es enrollarte en algo que abrigue y preparte para dormir en el coche...y empieza la letanía: Manda (eso)! Que estaba aquí! Hasta que casi en "articulo mortis" pregunta, un chico con el brazo extendido dice ¿No ve usted aquel letrero azul?
Lo único que se podía comer a aquella hora era un sandwich de esos de máquina, que más da! Me apetecía era un cigarrillo y lees "todo el que fume dentro de estas instalaciones será perseguido" Abres la puerta de la habitación y controlas por si hay algún "espía", echas una bocanada de humo al "chisme" aquel del techo y como no pasa nada, os digo British -que os he fumado en todas las habitaciones de hotel en los que estuve-
Y al día siguiente un sol espléndido, un "perifollo" en el pelo y hacia IRONBRIDGE. Y empieza el tormento de nuevo, rotonda si, rotonda no, casas iguales, campos iguales y dices a las tres horas, en tono jocoso: "Si veo el Big-Ben te aviso" y cuando pasa una hora más te lamentas:"Ays que pena, yo había venido a un aniversario de boda"...cuando de repente ves un montón de gente con copas en las manos, Ehhhhh para!!!! y desde el otro lado alguien grita: Ehhhh Inés!!!
Ironbridge es un pueblecito precioso, cuna de la revolución industrial. ¡Que pena! no habeis llegado a la ceremonia de renovación, me dice Jo...-Um, que pena, pienso yo, menos mal que el habernos perdido había servido para algo...
Habíamos llegado en el momento justo, venga "drinking" y alegría. Me explicaron el "plan": comida, una pequeña siesta, cena y fiesta. Eramos unas setenta personas. Comimos y bebimos, contemple con ojos de asombro como Jo le cantaba a Andrew, microfono en mano, "que suerte, Dios, el haberte conocido!" y la respuesta emocionada de Andrew, tambien cantada "eres la mujer de mi vida" para bailar, a continuación, entre los aplausos de los asistentes, una apretada pieza de enamorados.
Al día siguiente quedamos de ir a comer a su casa, pero nos dejaron UN TONTO y descubrimos que la vida puede ser de diversos colores. El mundo es muy, muy pequeñito con un tonto. Wolverhampton está muy cerquita de Ironbride y seguro que el hotel donde habíamos dormido estaba allí pegadito, pero para percatarte de todo eso NECESITAS UN TONTO.
Y claro, lo primero que hay que hacer es comprarte un tonto, y tener tu TONTO propio y ahi comienza otra fase en tu vida. ¿Vamos a tomar una beer? Vale, ¿pero para que pones el chisme ese si el pub está al otro lado de la calle?
Y a partir de ese momento continuamos viaje y ya no eramos dos, ya eramos un trío, nosotros y MARTHA. "Take the first on the right" decía su suave voz. ¿Dijo la segunda? No, yo creo que dijo la primera- Vale pues yo cojo la segunda, y la dulce MARTHA callada durante un rato--Eh, eh "de la vuelta en la primera salida"
Pero no os creais que la "cabrita" no os mete en líos. Yo creo que fue en Bath. Nos habíamos alojado en un "Bed and Breakfast", una casa preciosa llevada por una pareja con una pinta...diriamos "peculiar", pero muy amables. El hombre alto, delgado, algo desgarbado y con un ojo un poquillo bizco, nos llevó a una habitación en la segunda planta, un cuarto espacioso con baño. Nos dió una "gran llave" y nos despedimos hasta el desayuno.
Bath, ciudad termal, cuyo principal manantial ya fue dedicado por los Celtas a la deidad Sulius y que despues los romanos identificaron con Minerva, es hoy PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
Despues de haber dado vueltas por Bath, a la noche, volvimos a "nuestra casa encantada", llovía cuando Martha dijo "You have arrived your destination" Sali corriendo del coche con la gran llave en la mano pero cuando la metí en la cerradura no me funcionaba, empujé la puerta y comprobé que estaba abierta. Subí corriendo las escaleras y al llegar al primer rellano salió un hombre de un cuarto, con los ojos abiertos como platos me preguntó ¿A donde vas?- Estuve a punto de decirle "a usted que le importa", pero pensando en la subsodicha educación britanica le expliqué que iba a mi habitación. No puede ser, decía, tiene que haber una equivocación. No, no, insistía yo enseñandole la llave,- tengo una habítación en la segunda planta-...En ese momento empecé a ver a mi alrededor y aunque soy muy despistada me pareció que todo me era desconocido. Miré al hombre y me eché a reir. El se tranquilizó al darse cuenta que no era una delincuente y me explicó que su mujer había salido y que se había dejado la puerta abierta y que "mi alojamiento" debía ser el BED AND BREAKFAST de al lado.
OH MARTHA naughty girl!
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